Teatralia, las manos que mueven los hilos
El Festival de Artes Escénicas para Niños y Jóvenes de la Comunidad de Madrid celebra su XIX edición con 19 compañías, 11 de ellas extranjeras.
No trata de epatar con los números. 19 espectáculos, que no está mal, pero es menos que otros festivales similares. Donde sí echa el resto es en el estándar de calidad que busca. A Teatralia, el Festival de Artes Escénicas para Niños y Jóvenes de la Comunidad de Madrid, llegan cada año los espectáculos más delicados, los más exquisitos, un menú degustación de la creación más poética que se hace para llegar a los espectadores infantiles y juveniles. Su XIX edición arranca esta semana –ayer dio el pistoletazo de salida– y se desarrollará a lo largo de todo el mes, hasta el día 29, con danza, teatro, música, magia, títeres... O todo ello junto, como explica a LA RAZÓN la directora del certamen, Charo Martín Crespo. «Cada año, con más frecuencia, ya no hay géneros puros: no podemos hablar de teatro, música o danza, sino que están bastante mezclados, y en general en ellos destaca la aportación de nuevas tecnologías». Así, prosigue Martín Crespo, «en el festival hay presencia de teatro de títeres y de objetos, pero en dos o tres de estas funciones ya están dentro las proyecciones. Esto significa que avanza la escena infantil y que es muy difícil encontrar producciones que se limiten a un único género». Y pone como ejemplo «Skabelse» («Creación»), una producción danesa de la compañía Teater Refleksion para niños a partir de 6 años que se desarrolla sobre una mesa donde transcurren historias y una proyección que acaba convertida en eje de la narración (Teatro Pradillo, día 22). La compañía, creada en los años 90, es veterana en la cita madrileña, donde acudió en 2009 y 2011.
De Luján a Méliès
Compatriotas suyos son Gazart, que presentan «SneOejne» («Ojos de nieve»), una propuesta luminosa de danza y música (Teatros del Canal, 14 y 15). Comos estos dos, once de los diecinueve espectáculos del festival llegan con el sello de compañías internacionales, procedentes de Europa, África y América Latina. El certamen se desarrolla en siete teatros de Madrid –este año se incorporan Kubik Fabrik y Guindalera– y otros 36 repartidos en 29 municipos de la región. Dentro de esa presencia internacional, hay montajes como «Jugar», de los mexicanos Teatro al Vacío, una propuesta de teatro físico-danza para niños de 3 a 6 años (En Tyl Tyl, en Navalcarnero, el 8; el Corral de Comedias de Alcalá de Henares, 14; y Cuarta Pared, en Madrid, 15). La representación mexicana se amplía con Núbila Teatro, que presentan «Palabras al viento», un montaje de teatro de objetos inspirado en la poesía del argentino Néstor Luján (Teatros del Canal, Madrid, día 14; y San Lorenzo de El Escorial, 15). Como otros años, parte de las funciones de Teatralia corresponden a la campaña escolar. Las mencionadas aquí son sólo las que estarán abiertas al público general, como las dos de «Poslední trik Georgese Mélièse» («El último truco de Georges Méliès»), un homenaje de Drak Theatre al genio del cine mudo, a cuya obra le dedicó hace unos meses una impresionante exposición Caixaforum. Drak Theatre es una veterana compañía fundada en 1958 y nos visitan con esta propuesta que mezcla teatro, magia y proyecciones (Teatros del Canal, 7; y Teatro del Bosque, Móstoles, 8).
«Aunque suene políticamente incorrecto, no hay que perderse a las compañías internacionales, porque van a venir sólo durante este mes», se moja la directora del certamen cuando le hacemos una de esas preguntas incómnodas para cualquier programador o responsable de un festival: ¿qué recomendaría? Dentro de eso, acota aún más, «Cactus», de la Compagnie À Demi-mot. Escrito por Laurent Carudel, esta historia incluye flautas, viola de gamba y tiorba en una historia sobre un niño que espera a su madre en el despacho del director de su colegio. «Es una producción francesa de música antigua y narración», explica la directora del festival. Podrá verse en el Centro Cultural Paco Rabal, en Palomeras Bajas (día 27), en el Teatro salón Cervantes de Alcalá de Henares (28) y en el Real Coliseo Carlos III de El Escorial (29). También destaca «Il ètait une chaise» («Érase una vez una silla», de Nathalie Cornille. Recomendado a partir de 5 años, este espectáculo de danza es un trabajo «muy interesante» creada a partir de varios cortometrajes del cineasta experimental Malcom Maclaren, un director de culto (Teatros del Canal, Madrid, día 13; y Teatro Villa de Móstoles, día 15). La tercera sugerencia es «La pecora nera» («La oveja negra»), de «una compañía italiana con un trabajo muy especial, muy quirúgico y llamativo» (Teatro Gurdulú, Leganés, día 21; y Cuarta Pared, Madrid, 22). Sin duda, el premio a la coproducción más exótica es para «Schlaf gut süsser Mond» («Dulces sueños, dulce luna») de Dschungel wien & Iyasa. O sea, de una compañía austriaca y otra de Zimbabue. Una pieza de danza y música con canciones en inglés y en ndebele (Kubik Fabrik, Madrid, 27). Aunque también desde el continente negro llegan los Krystal Pueppeteers con «Tears by the River» («Lágrmas junto al río»), un espectáculo de canciones, títeres, danzas y ritmos africanos, a partir de 3 años («peregrinarán» por Leganés, Meco, Valdemorillo, Móstoles, Torrelaguna, Paracuellos del Jarama y Coslada, además de Madrid, en La Casa Encendida, el día 8). «Lo bonito de esta edición es que la cosecha ha sido buenísima y todo depende de las producciones que se están haciendo por el mundo –explica Martín Crespo–. Este año hemos hecho una selección de la que nos sentimos orgullosos. Son espectáculos delicados, sutiles, complejos. No hemos trabajado sobre el gran formato, sino sobre el mediano y pequeño».
Carromatos y dibujos de arena
Además de las once propuestas extranjeras, habrá también ocho espectáculos de diferentes puntos de España, desde Andalucía a Cataluña, de donde llegan las debutantes L’Animé, con «Bhrava!» (varios escenarios en cinco ciudades). Los madrileños aSombras se acercarán a los más pequeños con «Alas», un viaje de sombras pensado para niños a partir de 2 años (estarán en seis escenarios diferentes). Y también jugarán en casa El Retablo, con su carromato de historias en «Giuseppe y Peppina», teatro de títeres y amores para peques a partir de 3 años (en siete plazas, entre ellas La Casa Encendida, 27 y 28). También español, Borja Ytuquepintas –nombre artístico de Borja González– crea historias dibujando con sus manos sobre arena, lo que combina con música, pintura en vivo, acrobacias... (Teatros del Canal, 10 de marzo). «Kibubu» es un título que habla de respeto y libertad, teatro sin palabras de la compañía vasca Marie de Jongh (C. C. Paco Rabal, el día 15, entre otros seis «bolos» por varias localidades). Por haber, hay hasta rap para chavales a partir de 12 años, el de «No se nace al nacer», de los andaluces Eskarnia (CC Paco Rabal, día 7, y CC Pilar Miró, 27).