Lo último en censura: a Morante le quitan el puro y le ponen un ¿arbusto?

Cuando crees que lo has visto todo, la vida te vuelve a sorprender. Si el día comenzaba con uno de los horrores de la historia avanza con un esperpento de una censura publicitaria. El de la campaña que ha llevado a cabo la empresa gestora de la plaza de toros de Castellón para dar a conocer su próxima feria, la de la Magdalena. La de la vuelta a la normalidad, si es que existe, es mucho decir en este mundo raro. A las pruebas nos remitimos en este 24 de febrero absolutamente estrambótico.

No es lo primero que ocurre ni será lo último. En estos días han aparecido pintadas de los antitaurinos. Ahora una denuncia presentada en la Consejería de Sanidad Universal y Salud Pública ha obligado a la empresa de Castellón a tener que modificar las vallas, repartidas por toda la provincia, evitando así que se viera el habano que el diestro de La Puebla del Río se está fumando.

La alternativa ha sido cambiar el puro por una ramita de romero, que identifica a los toreros de arte del sur (en honor a Curro, que pasen los siglos que pasen seguirá oliendo a romero, Romero es) y, además, se inspira en el cartel anunciador de este año en el que aparece el pintor y escultor Ripollés mascando romero, una imagen que lo identifica.

La censura de la fotografía ha sido toda una sorpresa para la empresa, puesto que esta campaña no fue concebida para incitar el consumo de tabaco sino para promocionar los festejos taurinos que se desarrollarán en la plaza de toros de Castellón del 20 al 27 de marzo con motivo de las fiestas de la Magdalena 2022.

No es la primera vez que se condenan imágenes taurinas fruto de una campaña de acoso y derribo que está sufriendo la Tauromaquia en los últimos años. Además de desaprobar fotos de contenido taurino en redes sociales o vídeos en las plataformas más representativas, una de las censuras más notorias fue la del Ayuntamiento de Barcelona a una fotografía de Juan José Padilla en una exposición de un museo de la ciudad. O incluso a la propia presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, por el simple hecho de estar en una plaza de toros como Las Ventas acompañada por un periodista. Nada más. Ni tan siquiera se veía un toro, ni remotamente una gota de sangre. Indicio importante de hasta qué punto las cosas se están yendo de las manos.

Ahora es Morante y la ley del tabaco. Mañana será... Mañana será mañana. Si algo hemos aprendido en los últimos años es que el motivo no es lo importante.