Sebastián Ritter no tira la toalla por La Legión y Ceuta
El colombiano cuenta los entresijos de la cancelación del festejo en Ceuta
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Desde hace años Melilla es el único núcleo de la resistencia taurina en el norte de África, un festejo anual que recuerda que las voces de la tauromaquia también se propagaron hasta el continente vecino. En cambio, en la Comunidad Autónoma de Ceuta hacía 27 años que no se daban toros. El Litri y Jesulín de Ubrique se anunciaban aún por entonces como figuras arrolladoras. Tanto tiempo después, una curiosa efeméride ha estado a punto de despertar la tauromaquia allí. En Ceuta hace un siglo se fundaba La Legión, una fuerza de élite a la que el torero colombiano Sebastián Ritter se siente vinculado desde el año 2013, cuando su apoderado de aquel momento le dio a conocer el «espíritu legionario».
«Este año era el momento indicado para hacerles un homenaje, hasta tengo un traje caqui encargado con el escudo bordado», dice contundentemente Sebastián Ritter. Y es que el empresario Esteban Díaz ideó, en consonancia con La Legión un festejo sin precedentes, en el que un porcentaje de lo recaudado fuese a parar a las causas sociales de esta fuerza de élite.
Adolfo Martín, Baltasar Ibán y El Pilar eran las ganaderías que Ritter estaba dispuesto a matar en solitario. «Pero el problema comenzó cuando se filtró a la prensa», desvela Ritter. Un grupo animalista musulmán local comenzó una campaña para paralizar la organización del festejo, ya que gran parte de la amplísima comunidad musulmana ceutí no comparten la cultura taurina. «Fue entonces cuando Margarita Robles envió una carta desautorizando la organización del festejo e incluso Compromís lo llevó al Congreso», recuerda el torero.
La reacción por parte del empresario taurino fue contundente: «Propusimos todos los puntos posibles con los que contaba Ceuta, pero no aprobaron ninguno», cuenta Ritter. Aun así, el colombiano confirma que no han tirado la toalla y que «el homenaje a La Legión se hará, aunque no sea este año ni en Ceuta».
A pesar de la cancelación del festejo programado para el 18 de septiembre, el espada valora como positivo que se haya despertado tantos años después el debate en la isla y no se haya dado por muerta a la afición local. También reconoce que se han estudiado otras alternativas como trasladar el homenaje a Melilla, aunque la prioridad sigue siendo recuperar la Fiesta en Ceuta.