Feria de San Isidro

Amargura de Los Maños en novillada dura y ventosa en San Isidro

Esfuerzo de Christian Parejo, Mario Navas y Diego García en tarde complicada por la dureza de los animales y una vez más la climatología

MADRID, 17/05/2023.- El novillero Mario Navas volteado durante el séptimo festejo de la Feria de San Isidro
MADRID, 17/05/2023.- El novillero Marcos Linares volteado durante el séptimo festejo de la Feria de San Isidro, con novillos de la ganadería de Los Maños, este miércoles en la plaza Las Ventas de Madrid.Agencia EFE

A Christian Parejo no le importó nada. Él se puso por estatuarios, lo que viene siendo más firme que una vela, en la quietud más absoluta, desafiante ante un toro ofensivo e incierto. Y el de Los Maños no perdonó, pero es que no le perdonó por mucho. Se le metió por dentro directo al muslo y cayó de una manera espantosa. La manera de seguir afrontando Parejo el resto de la faena dijo mucho, nos acongojó, el toro estaba con todo menos con lo que debía. Asustaba. A Parejo no. Son de otro puñetero planeta. Y el chaval, con ese vendaval, quiso sacárselo a los medios y ponerse con el trapito al natural. Mérito infinito hacer esto en este siglo que tenemos todo. Y tanto que perder. Era su presentación en Las Ventas y la prueba fue de fuego. Matarlo tuvo su trago.

Había azotado el viento desde por la mañana, como viene siendo habitual este San Isidro. Mayo frío y ventoso, en las antípodas de esa Feria de Abril en la que rozábamos los 40 grados. También el éxito en la plaza. Madrid es Madrid, o eso dicen. La novillada vino con cambios, precisamente porque en La Maestranza cayó herido de gravedad uno de los toreros anunciados: Marcos Linares y fue Mario Navas quien los sustituyó. Dos tercios de entrada hubo para el festejo. Diego García abrió plaza con un novillo de Los Maños con mejores comienzo que finales, tenía mejor el embroque que la salida del muletazo, que lo hacía desentendido, sin querer volver a reunirse en el segundo muletazo. Eso hacía que Diego se quedara fuera, descruzado, y eso en esta plaza roza el pecado capital. Por el zurdo era el animal más complejo. Entre unas cosas y las otras, la cosa no arrancó. El cuarto le duró una tanda. Era un manso y antes de que pudiera aprovechar Diego se rajó el animal y poco pudo hacer más que justificarse.

Mérito tuvo Mario Navas de querer hacer todo bien al tercero que hacía tantas cosas mal y había hecho pasar los suyo a la cuadrilla. Resolvió y no era fácil.

Cogida fea

A punto estaba de abrochar una media cuando el sexto se le metió por abajo y de qué manera. El novillo le metió un volteretón espantoso a Mario Navas. Fue fea y agresiva la manera de caer y cogerlo. No pudo salir al ruedo casi hasta que estaban poniendo las banderillas. Lo suyo fue una misión imposible. El novillo no tenía ni un pase bueno. Se quedaba corto y orientado por ambos pitones y con peligro. Era muy duro estar ahí delante y con esas condiciones. Para ya ascender al top de complicaciones, el viento azotó. ¡Venga ya! Lo único que pudo hacer e hizo fue entrarlo a matar. Como pudo.

Curro Javier se desmonteró en el quinto y no era para menos, porque expuso mucho con un novillo que estaba lejos de ser fácil. Seguridad y aplomo impuso Parejo en el comienzo. El de Los Maños quiso irse siempre, Christian no. No sufrió porque el novillo no humillara nunca ni saliera desentendido, centrado, queriendo siempre y resuelto. Para volverlo a ver. Amargura fue la que llevó la novillada de Los Maños a Madrid en tarde ventosa. No faltó de nada.

Ficha del festejo

Las Ventas (Madrid). Séptima de la Feria de San Isidro. Dos tercios de entrada. El 1º, de buen embroque y desentendido; 2º, y 3º, complicados; 4º, manso; 5º, va y viene sin entrega; 6º, malo y peligroso.

Diego García, de grana y oro, dos pinchazos, aviso, estocada desprendida, tres descabellos (silencio); dos pinchazos, estocada atravesada, aviso, media (silencio).

Christian Parejo, de blanco y plata, aviso, cuatro pinchazos, segundo aviso, estocada (silencio); pinchazo, estocada (saludos).

Mario Navas, de grana y oro, dos pinchazos, estocada atravesada, aviso (silencio); pinchazo, estocada, cuatro descabellos (silencio).