Reaparición
César Rincón vuelve al ruedo y sacudirá la Feria de Manizales con su presencia
Aunque el colombiano anunció que es una reaparición puntual, su nombre basta para llenar plazas y devolver el orgullo a una afición que resiste el veto cultural
César Rincón estará presente en la Feria de Manizales de 2026. La noticia, anunciada en una plaza llena durante la reciente feria "Toros y Ciudad", ha tenido un eco inmediato entre la afición colombiana, que vive con intensidad los últimos años de legalidad taurina en el país. El regreso del maestro a uno de los ciclos más representativos de América Latina se interpreta como un gesto de profundo significado.
El torero bogotano, que volvió a vestirse de corto en Las Ventas para el festival homenaje a Antoñete —donde cortó dos orejas—, confirma así su intención de volver a Manizales, donde siempre ha contado con el cariño del público y el respeto de la crítica. La feria cafetera se celebrará entre el 5 y el 11 de enero, y aunque no se ha especificado si actuará en corrida de toros o en el tradicional festival de la Virgen Macarena, su sola presencia ya ha generado un notable aumento en el interés por el abono.
Durante la feria "Toros y Ciudad", Manizales colgó el cartel de "no hay billetes" tres días consecutivos. Hubo novilladas con y sin picadores, así como una corrida de toros, demostrando que la afición sigue viva pese a la sombra de la prohibición legal que entrará en vigor en 2027. En este contexto, el regreso de una figura como Rincón adquiere un valor añadido, simbólico y emocional.
Queda ahora por saber la posible inclusión del bogotano en la Feria de Cali, que está próxima a anunciar sus combinaciones. Cualquier aparición pública de Rincón en un ruedo colombiano, sin embargo, implica mucho más que un paseíllo: es una evocación de tiempos de esplendor, de tardes inolvidables y de un legado que se resiste a ser silenciado.
Aunque resulte improbable que una presencia, por ilustre que sea, pueda revertir una ley ya aprobada, no deja de ser significativo que, en este momento, uno de los mayores referentes de la historia taurina colombiana decida volver. No como un gesto aislado, sino como parte de una afirmación cultural que resuena en el corazón de los aficionados.
César Rincón vuelve. Y con él, la esperanza de que aún hay argumentos, artísticos y humanos, para sostener una tradición que forma parte del alma de muchas ciudades colombianas. Manizales, en este caso, no solo será escenario de una feria más: puede ser también testigo de un momento que quedará en la memoria.