Diego Ventura se inventa el triunfo y amplía su récord de Puertas Grandes en Madrid
Sergio Galán pincha su Puerta Grande ante los toros de Los Espartales, que no pusieron fácil la tarde
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No es usual que con Diego Ventura en el cartel, no se haya colgado en «No hay billetes». Su nombre en la feria es todo un seguro. Lo avala su récord de puertas grandes y el hecho de haber cortado un rabo en esta plaza, que se escribe pronto... Pero sin duda la razón de que no se llenará totalmente la plaza se encontraba lejos de Las Ventas, en Londres, concretamente, donde el Real Madrid disputaba la final de la Champions League. Por eso también abundaban las camisetas blancas en el tendido, ese que celebró como si de un gol se tratase cuando el primero de la tarde saltó al callejón nada más pisar la arena de Madrid. Los Espartales debe tener el récord de saltos al callejón, sus toros generalmente lo intentan. De hecho, antes de que Rui Fernandes logrará fijarlo con un pinchazo y un rejón de castigo, «Melocotón» ya había intentado otras tres visitas al callejón.
Más fijo estuvo con «Mistral», con el que Rui midió las batidas (escurrida incluida), clavó arriba y salió dando limpias piruetas de gran conexión. Pero todo se emborronó con el pésimo uso del rejón de muerte. Y tuvo con el cuarto al mejor del encierro, pero Rui pecó de frío y poco reunido al clavar. Mejoró su imagen con las hermosinas sobre «H-Quiebro» y las piruetas de «Mistral» nuevamente, aunque no fue suficiente para levantar aquello.
Porque la tarde tenía un nombre: Diego Ventura, que ya apostó con el tercero, un toro que en su impetuosa salida dificultó los rejones al quiebro que el jinete eligió poner, pues se abría demasiado. Sin embargo, el castigo dejó ver que el toro no tenía continuidad, entraba bien a las suertes pero le costaba sostener los galopes. Inteligente, Ventura apostó por una demostración absoluta de doma y de sentido el espectáculo sobre «Nómada» y «Bronce», clavando siempre arriba, pisando terrenos comprometidos e intentando estirar los viajes. El par a dos manos sin cabezada fue un escándalo. La plaza era suya, pero el rejón no quiso entrar. Le quedaba una bala y supo usarla. Cómo una explosión cayó el rejón de poder a poder, con el toro saliendo de chiqueros, que dejó Ventura al sexto. Iba a por todas para no marcharse de vacío en la feria. Sin embargo, el toro no estaba por la labor, tan falto de fijeza. Aunque eso para Ventura no es obstáculo insalvable. El jinete se apoyó en las querencias, citando siempre a favor de chiqueros en la distancia, para dejar dos quiebros soberanos, esperando la embestida, sobre «Lío». Y a lomos de «Fabuloso» consiguió enganchar una vuelta al ruedo con el toro cosido a la barriga y un par de hermosinas ajustadísimas, aunque esta vez le falló un poco la reunión de los palos. Las tres cortas al violín, cuando el toro ya aportaba menos, le dejaron el triunfo servido, el mismo que ahora si abrazó con un fulminante rejón de muerte, con el que descerrajó una nueva, y ya son 19, Puerta Grande de Madrid.
Casi la consigue también un Sergio Galán tan sobrio como fino y centrado, que supo hacer del defecto virtud y aprovechó las querencias para enganchar las carreras de costado, aunque el segundo iba por arreones y no era fácil templar sin que los pitones tocaran a un «Capricho» torerísimo. Igual que «Bambino», con el que clavó arriba y al estribo tras ajustar las batidas. La oreja supo a justicia. Y pudo cortar la otra de no pinchar al soso quinto, con el que lo hizo todo bien, comprometido en la lidia, llegando al toro en los embroques y dejándose llegar mucho en los galopes de costado, asumiendo riesgos, cómo en ese par de cortas a dos manos por los adentros sobre «Óleo».
LAS VENTAS (MADRID). Vigésima de la Feria de San Isidro. Casi lleno.
Se lidiaron toros de Los Espartales, despuntados para rejones y de correcta presencia. Obedientes primero y sexto, complicados segundo y tercero; noble y bueno el cuarto, y soso el quinto.
Rui Fernandes, de casaca azul, cuatro pinchazos, dos hondos y descabello (silencio); rejón atravesado y aviso (ovación).
Sergio Galán, de chaqueta gris, rejonazo (oreja); pinchazo y rejón (ovación).
Diego Ventura, de chaqueta verde botella, tres pinchazos, rejón trasero y descabello (palmas); rejonazo (dos orejas).