Madrid encara el último fin de semana de San Isidro con ese poso de cansancio y expectación que dejan las grandes ferias largas: muchas emociones, alguna decepción, tardes inolvidables y otras para el olvido, pero sobre todo esa sensación de que todo puede pasar hasta el último paseíllo. La plaza, que ya ha vivido faenas de clamor y silencios espesos, se prepara para un cierre que no es epílogo, sino prólogo: la Corrida de la Beneficencia, con el esperado regreso de Morante de la Puebla, marcará un nuevo cénit emocional en esta primavera taurina.

Pero antes, este sábado 7 de junio, llega la última de abono de San Isidro, con un cartel de alta tensión y máxima verdad: toros de Adolfo Martín, hierro de leyenda en la sangre de Albaserrada, para tres especialistas del compromiso frente al toro íntegro y con todo su aliento de casta.

Antonio Ferrera, que a lo largo de su carrera ha sabido templar su relación con este encaste, vuelve a Madrid en una de esas tardes en las que la afición siempre le concede margen para la sorpresa. Capaz de la inspiración súbita o de la lidia minuciosa, Ferrera es de esos toreros que, frente a un toro de Adolfo, puede firmar capítulos inesperados.

Fernando Robleño es, por derecho propio, uno de los grandes nombres asociados a la ganadería en el año de su retirada.

Manuel Escribano, por su parte, ha convertido el desafío con los encastes duros en uno de los ejes de su trayectoria. Valiente, resuelto y entregado, siempre garantiza una actuación de entrega absoluta. Su técnica y determinación son herramientas fundamentales para solventar el compromiso que supone enfrentarse a los toros de Adolfo Martín en Las Ventas.

El ambiente en Madrid, sin embargo, ya mira también a la jornada siguiente. La Corrida de la Beneficencia —cita solemne y ritual que cierra la primavera taurina madrileña— ofrecerá el esperado regreso de Morante de la Puebla, que regresa tras el faenón de su anterior compromiso. El anuncio ha generado un clima de expectación que recuerda a los grandes retornos de la historia taurina.

Morante estará acompañado por dos de los nombres que han relanzado su posición en este San Isidro: Borja Jiménez, que actuó hace apenas un par de días, y Fernando Adrián, que se ha ganado el corazón de Madrid a base de entrega y triunfo en años anteriores. El encierro de Juan Pedro Domecq completa un cartel en el que la incertidumbre y la emoción están garantizadas.

Así, entre la despedida de San Isidro y la cita solemne de la Beneficencia, Madrid se prepara para dos tardes que pueden cambiar el relato de toda la feria. La historia aún está por escribirse. Los aficionados lo saben: no conviene perderse ni un pase.

Los festejos comenzará a las siete en punto y tanto una como otra será televisada y no solo por Telemadrid sino porAragón TV, La 7 Región de Murciay Castilla La Mancha Media.