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Berlín

Una filmografía obsesiva y social

«Cría cuervos», de Saura, es una joya en la que brillan los ojos de Ana Torrent
«Cría cuervos», de Saura, es una joya en la que brillan los ojos de Ana Torrentlarazon

Después de los pases de prensa de sus películas era usual verlo con las manos unidas en un gesto ¿nervioso? esperando a la salida para preguntar qué nos pareció. Más allá del genio y del ingenio, les voy a confesar por qué me caía bien Querejeta, ese pequeño gran hombre: porque amaba el cine, y se le notaba.

PELÍCULAS CON CARLOS SAURA

Cannes y Berlín, a sus pies

A pesar de la leyenda, siempre ha dicho Saura que su relación con Querejeta fue estupenda, y el número de películas que realizaron juntos, trece, no les dio a ninguno mala suerte. Todo lo contrario: premios y nominaciones sin fin en los más prestigiosos festivales europeos.

- «La caza», 1966

Oso de Plata al mejor director en Berlín. Ismael Merlo, José María Prada, Alfredo Mayo y Emilio Gutiérrez Caba encabezan el reparto de este claustrofóbico, espléndido y violento filme que transcurre durante un caluroso día y que enfrenta a un puñado de hombres con sus tensiones y reproches. La primera colaboración de Saura (su padre puso un millón de pesetas para producirla, «que le devolví con intereses») y Querejeta (que aportó otro tanto) contó asimismo con un notable equipo técnico.

- «Pippermint Frappé», 1967

Aunque enredase también en el guión el gran Rafael Azcona, la historia de un hombre recién casado con una sofisticada extranjera (interpretada por Geraldine Chaplin) de la que se enamora perdidamente el mejor amigo de él (López Vázquez) continúa pareciendo un tanto incomprensible. No importa: Saura repitió premio en Berlín.

- «Stress-es tres-tres», 1968

Probablemente se trate de uno de sus filmes menos conocidos. Extraño título para esta cinta sobre un especulador inmobiliario y su esposa que deciden pasar un fin de semana en Almería acompañados por el atractivo arquitecto que trabaja con el marido. Infidelidad, celos, sensualidad a espuertas y un simbolismo algo buñueliano (le sucedía bastante antes a Saura, y a él le encanta) en impactante blanco y negro. La Chaplin vuelve a brillar con esa luz suya.

- «La madriguera», 1969

Y volvemos a Geraldine, y a Rafael Azcona: Teresa, feliz sin hacer nada, sólo hace compras con las amigas y sonríe mucho, y Pedro, importante ejecutivo, son felices. Pero con Saura siempre existe un hasta.... Hasta que a su casa llegan unos muebles que la mujer ha heredado. Y que, poco a poco, despiertan recuerdos. Teresa empieza a padecer de sonambulismo y tiene fantasías en las que la relación de pareja se vuelve un juego. Un juego que termina convirtiéndose en peligroso y revelando las contradicciones de la burguesía.

- «El jardín de las delicias», 1970

Suma y sigue: un exitoso constructor de mediana edad sufre un accidente de tráfico, en compañía de su amante, que le provoca amnesia y lo deja postrado en una silla de ruedas. Sólo él conoce la combinación de la caja fuerte y el número de la cuenta corriente que posee en Suiza. La familia intenta que recupere la memoria representando escenas del pasado. Una buena película y un excelente y patético López Vázquez.

- «Ana y los lobos», 1973

Fernán Gómez se pone a las órdenes de Saura y en el pellejo difícil de Fernando, casi un anacoreta obsesionado con Dios y la religión. Y, por supuesto, realiza un sobresaliente trabajo. Pero en la casa familiar hay más bichos raros: sus hermanos José, tan autoritario como pobre de espíritu, y Juan, malamente casado y cuya única distracción es acosar con cartas eróticas a una joven institutriz inglesa. Y no olviden a la madre, que, aunque enferma de nostalgia, dirige la finca con mano de hierro. Metafórica, dura e intimista, fue nominada a mejor película en Cannes. Saura siempre ha tenido más éxito fuera de España que dentro, bien lo sabe él.

- «La prima Angélica», 1974

El tándem Saura /Azcona concibe a la dulce Angélica, la otrora obsesión de un tipo (repite López Vázquez, ese valor seguro que teníamos), quien regresa a casa para asistir al entierro de su madre. Allí, rememora aquella pasión por la chica. Amargo retrato de la Guerra Civil y Premio Especial del Jurado en Cannes, fue además seleccionada al Oscar en el apartado de filme extranjero.-l «Cría cuervos», 1976

Un filme mítico de nuestro cine, una preciosa joya con fotografía de Teo Escamilla galardonada en el festival francés. La pequeña Ana (aquellos ojos de Ana Torrent...) cree que tiene poder sobre la vida y la muerte de quienes viven con ella. Y es dulce, pero también diabólica, y tiene una vida demasiado complicada para su edad. Jeanette canta «Por qué te vas» mientras dos niñas bailan. Un instante mágico que consigue parar el tiempo e ir más allá.

- «Elisa, vida mía», 1977

Luis (Fernando Rey, galardonado por este papel en Cannes, y otro actor fetiche de Buñuel), de 60 años, se retira para vivir en soledad. Y escribe sobre el pasado y de lo que se le cruza por la cabeza. Un día recibe la visita de su hija (Chaplin, exacto), recién separada. Y la contradictoria relación entre ambos comienza a espesar como la melaza. Espléndidos los actores en esta oscura historia paterno filial, y un nuevo excelente trabajo de Saura.

- «Los ojos vendados», 1978

José Luis Gómez también formó parte del universo ideado por Querejeta y Saura. En esta cinta interpreta a un director teatral que se muestra anonadado tras asistir a un acto contra la tortura, especialmente tras escuchar el discurso de una argentina. Quizá uno de los filmes más políticos del realizador aun cuando no esté exento, tampoco, de alegoría.

- «Mamá cumple cien años», 1979

Hablábamos de momentos imperecederos: en esta cinta hay otro, cuando el personaje que la vertebra, una inconmesurable Rafaela Aparicio (siempre lo fue), asoma altanera desde su silla trono. En el viejo caserón que regenta férrea (sí, puede ser cierto: los grandes directores siempre cuentan la misma historia, lo comentaba Fellini), se reúne la familia y ven la luz las tensas relaciones entre ellos. Anómala continuación de la oscura «Ana y los lobos», las obsesiones y la frustración salpican todo el metraje aunque la España que retrata ya ha comenzado a cambiar.

- «Deprisa, deprisa», 1981

Curioso: tras tantos años, Saura vuelve a los ambientes marginados de su primera película, «Los golfos», con el relato de cuatro muchachos que quieren escapar de una realidad asfixiante. Para ello necesitan conseguir dinero, pero no están dispuestos a trabajar para conseguirlo. Sólo piensan en tenerlo todo ya. Oso de Oro en Berlín para el cine quinqui de altura con actores no profesionales. Aún hoy sigue poseyendo una anómala seducción.

- «Dulces horas», 1982

Y, aunque el resultado no fue inolvidable, llegamos a la última película coproducida por Querejeta, aunque el de Aragón (sí, igual que Buñuel, la tercera) proseguiría por otros fueros. Juan vive obsesionado por el recuerdo de su madre, que se suicidó años atrás. Y con los amigos de la infancia escribe un programa dramático para la televisión. E inicia una relación con Berta, la actriz del mismo, que es, piensa Juan, físicamente idéntica a su madre. Los parecidos de Saura suelen traer consecuencias.

PELÍCULAS CON VÍCTOR ERICE

Divididos por «El Sur»

Muy posiblemente se trate de una de las relaciones cinematográficas que más han dado que escribir y hablar. Lo que resulta indiscutible es la calidad de las dos películas que reunieron a estos dos cineastas.

- «El espíritu de la colmena», 1973

Una de las grandes obras maestras de nuestra industria. El espectador viaja a un indeterminado pueblo castellano a mediados de los 40, o sea, durante plena posguerra. Es domingo, Isabel y Ana, dos hermanas de 8 y 6 años, respectivamente, acaban de ver «El Doctor Frankenstein». Y la más pequeña queda impactada. Cierto día, la familia se da cuenta de que Ana ha desaparecido. Y mientras todo el pueblo la busca, ella por fin conoce a la bestia. La sensibilidad de Erice está a flor de piel en cada movimiento de la cámara, en ese encuentro frente al río, y cuando las niñas intentan oír la llegada de un tren. Puro cine. La primera colaboración del cineasta y Querejeta estaba bendecida; luego el asunto se complicó.

- «El Sur», 1983

En una entrevista concedida al programa «Versión española» en 2011, Erice fue contundente: «"El Sur"nunca estuvo dividida en dos películas como se ha comentado». Era sólo una leyenda urbana. Y añadía: «El plan de trabajo contemplaba 81 días de rodaje y fue interrumpida por la producción cuando se llevaban apenas 48. Es decir, que todavía quedaban 33 de rodaje. Yo acordé continuar el montaje sobre la base de un acuerdo firmado con Querejeta, en el que los dos nos comprometíamos a seguir trabajando para completar el proyecto original. Y conforme a este compromiso realicé el montaje de lo que hoy es "El Sur". Y también confesaba que el éxito de crítica y publico fue decisivo para que Elías se resistiera a completarla. Se trata, sin duda, de uno de los desencuentros de la industria española más sonados de todos los tiempos. Sea como fuera y, por suerte, tenemos la película, extraordinaria, imprescindible, llena de belleza y de emoción. Adaptación de la novela homónima escrita por Adelaida García-Morales, conocemos una casa con veleta situada en el norte. En ella viven Agustín (Omero Antonutti), médico y zahorí, su mujer Julia, maestra represaliada durante la contienda, y Estrella, hija de ambos. Suena un pasodoble tan inmortal como la propia película, y en ese momento alguien comprende que da exactamente igual qué sucedió entre esos dos pesos pesados. Miras la pantalla y las razones están de más.

OTRAS IMPRESCINDIBLES

- «El desencanto», 1976

De Jaime Chávarri. Fue polémica, ya que tomaba como sujetos a los Panero para radiografiar la decadencia del franquismo y la de la propia familia.

- «Pascual Duarte», 1976 De Ricardo Franco. El retrato de la quintaesencia del antihéroe español, un campesino pobre y huraño que vive los tiempos más difíciles de la Historia de España.

- «27 horas», 1986

De Montxo Armendáriz. este durísimo drama sobre la delincuencia juvenil, el paro y las drogas toma como protagonista a un joven de 20 años.

- «Historias del Kronen», 1995

De Montxo Armendáriz. También trata sobre la vida de jóvenes, ahora treintañeros, pero desde un punto de vista diferente: alcohol y drogas retratan a una juventud desnortada y que adapta la famosísima novela de José Ángel Mañas.

- «Los lunes al sol», 1998

De Fernando León de Aranoa. Sería la tercera película que Querejeta le produjo, tras «Familia», el exitoso debut del realizador, y «Barrio». Todas con fuerte contenido social, firma del realizador.

LA TRILOGÍA DE ETA

- «Asesinato en febrero», 2001

Es el primer documental sobre ETA rodado, como los tres, por Eterio Ortega, y que bucea en el asesinato del dirigente socialista Fernando Buesa y su escolta, con lo que trata de reflexionar sobre la barbarie de la banda.

- «Perseguidos», 2004

Narra las sensaciones de angustia y miedo que sufre dos concejales del País Vasco, uno del PSOE y otro del PP, durante un día corriente, como consecuencia del terrorismo. Vidas deformadas por la violencia y la sinrazón.

- «Al final del túnel», 2011

Es el final de la trilogía (en la imagen) y analiza los tiempos más recientes de la banda terrorista explorando en las raíces del nacionalismo.