Una técnica invisible

Mi experiencia como director durante los ensayos, el estreno y la gira de «Al menos no es Navidad», la obra que protagonizó Amparo Soler Leal junto a Asunción Balaguer en 2005, va a ser imborrable. No solamente trabajé con dos personas maravillosas, de una trayectoria increíble a las que yo admiraba muchísimo, sino que, además, me devolvieron mucha estima y pusieron toda su confianza en mí. Ambas defendieron maravillosamente la propuesta textual y se dejaron llevar también por mi propuesta como director. Reconozco que, al principio, me imponían mucho respeto. Solel Leal fue Premio Nacional el año que yo nací. Fue maravilloso lo que hicieron con mis personajes, pero aún más era que en las pausas podía escuchar ese maravilloso anecdotario del cine y el teatro español que había vivido en primera persona durante tanto tiempo. Era como poderlo saborear. El primer día de ensayo me dijo que sentía que había escrito ese papel pensando en ella, pues se identificaba totalmente con las características de ella: vital, deslenguada, que usaba muchas citas cinematográficas. Una persona enamorada del placer, luchadora. Después de los ensayos, a menudo nos proponía ir a tomarnos un gin-tonic para seguir hablando.

También me sorprendía su gran técnica, porque, como la de los grandes actores, resulta invisible. Desde la primera lectura tuve que recolocar pocas cosas, pero el proceso resultó más exhaustivo, algo que entendió perfectamente. Parece increíble, pero pude palpar en los ensayos que muchas de sus manera de hacer evidenciaban que había trabajado con los má grandes

La obra era una reflexión sobre la percepción que tenemos de la senectud, pero ella en ningún momento se sentía mayor. Aunque ya era una persona con cierta edad, algunos achaques y que tenía que cuidarse obligatoriamente para luego afrontar el desafío de tener que hacer dos funciones los sábados, una actividad tanto intelectual como física, pero no tenía tampoco ningún problema con esto.

Hay que reconocer que la gente no tiene papeles a cierta edad, por eso se sintieron muy respetadas y queridas durante la gira, además con una obra en la que eran tan protagonistas y en la que el público las ovacionaba también para reconocer el mérito a toda una carrera tan grande como la de ambas.

*Autor y director de «Al menos no es Navidad», el último estreno de Amparo Soler Leal