Venecia se libra de entrar en la lista negra de la Unesco, por ahora
Se ha ampliado el plazo de actuación para que la ciudad italiana pueda implementar ciertas medidas
Madrid Creada:
Última actualización:
De nuevo, este año las miradas patrimoniales se han vuelto a dirigir a uno de los corazones artísticos y monumentales de Europa: Venecia. La ciudad de los canales ha vuelto a ser, siendo la vez anterior en 2021, candidata para entrar de lleno en la lista negra de la Unesco, lo que supondría situar a este lugar en una posición delicada y de urgente cuidado. No obstante, parece haberse salvado otra vez, y por ahora. El Comité del Patrimonio Mundial se ha reunido estos días de septiembre en Ryad (Arabia Saudí), para votar la inclusión de la ciudad italiana -entre otros lugares patrimoniales- en la lista negra, y finalmente ha acordado extender el plazo a Italia. Es decir, una nueva oportunidad para Venecia.
La inclusión en esta lista de patrimonio en peligro de la Unesco no es solo simbólica, sino que tiene sus consecuencias. Más que una sanción, se trata de un impulso hacia remediar unos riesgos que se consideran de urgente cuidado, pues esta inclusión en la lista negra implicaría la limitación de la autonomía de decisión sobre la ciudad por parte de la región del Veneto. Con esto, suelen entrar en esta lista negra aquellas zonas amenazadas por desertificación, guerras o calentamiento global, como ocurre en zonas como las ruinas de Chan Chan en Perú o las selvas tropicales de Madagascar. No obstante, lo peculiar de Venecia ya no es el cambio climático o similar, sino también la invasión turística.
No es novedad que Venecia lleva sufriendo los estragos del turismo masivo desde hace años. De hecho, cuando la Unesco propuso a esta ciudad para entrar en dicha lista en 2021, fue la limitación del turismo lo que les salvó: el paso de los grandes cruceros por la laguna y el canal de San Marco se prohibió para siempre, lo que hizo que el sufrimiento de la ciudad disminuyera. Ahora, parece que han sido las medidas que prometen llevar a cabo desde Venecia las que han vuelto a convencer a la Unesco de concederles otra prórroga. Las medidas correctivas del Gobierno italiano garantizan la conservación de la ciudad, pero solicitaban a la Unesco una ampliación del plazo hasta el 1 de diciembre para implementar sus recomendaciones. Todo ello, días después de que el Ayuntamiento de Venecia aprobara el pago de "una contribución de acceso": una especie de peaje turístico al entrar en la ciudad, que será de 5 euros para cada persona, lo que quizá reduzca el número de visitantes, y lo cual arrancará a partir de la primavera de 2024.
"El trabajo realizado por el departamento junto con la cancillería, la región del Véneto y las instituciones locales impidieron una maniobra indebida puramente política", asegura a la agencia de comunicación italiana ANSA Gennaro Sangiuliano, ministro de Cultura italiano. Por su parte, Luigi Brugnaro, alcalde de Venecia, consideró que "esta es una demostración de cómo fueron reconocidos todos los esfuerzos que estamos haciendo, a todos los niveles institucionales, para proteger a Venecia, y que la propuesta de incluirla en la lista de peligros era muy política y poco técnica". Con esto, continúa, "se creó un sistema de valoración de todas las acciones, traducidas en actos administrativos e inversiones económicas para el futuro de Venecia".