Los hoteles aumentan la ocupación en verano pero no mejoran su rentabilidad
Creada:
Última actualización:
Los hoteles españoles en su conjunto han alcanzado una ocupación media del 70 % entre julio y septiembre, un 2 % más que hace un año, pese a lo cual la rentabilidad en muchos destinos no ha mejorado de forma significativa, según la patronal hotelera Cehat.
Esto se debe a la contención media de los precios en el conjunto de los establecimientos turísticos por un lado y, por otro, al incremento de los costes operativos, fiscales y energéticos.
Los datos de la temporada de verano reflejan, asimismo, la disparidad de resultados, al comparar los establecimientos ubicados en las zonas tradicionales de sol y playa -Costa Mediterránea, Atlántica e Islas Baleares y Canarias- y aquellos situados en el interior de la península, grandes ciudades y Cornisa Cantábrica.
El presidente de la Confederación Española de Hoteles y Alojamientos Turísticos (Cehat), Juan Molas, ha matizado, en una rueda de prensa, que la evolución fue positiva en los destinos donde predomina el turismo extranjero, pero no tanto en aquellos que tienen una gran dependencia del mercado español.
El verano de 2013 ha supuesto un aumento significativo de los visitantes extranjeros, al que ha contribuido en parte la contención media de los precios en el conjunto de los establecimientos turísticos, frente a la disminución de los viajeros españoles.
De hecho, Molas ha augurado que, si hasta finales de septiembre, España suma 49,2 millones de turistas internacionales y en los últimos tres meses del año hay un ligero apunte en las llegadas, se alcanzaría en 2013 la cifra de 60 millones.
Por comunidades autónomas, Molas ha destacado las ocupaciones medias de Baleares, Cataluña, Sur de Andalucía y Canarias (de un 85 %), que contrastan con las de la Cornisa Cantábrica y Galicia (de un 70 %), País Vasco (de un 65 %), Aragón, Navarra y La Rioja (de un 60 %), Castilla la Mancha, Norte de Andalucía (de un 50%), Madrid y Castilla y León (de un 55 %) y Extremadura (de un 40%).
No obstante, algunos destinos han superado el 90 % como han sido Ibiza, Benidorm, Sur de Tenerife, Costa Dorada y la Costa del Sol malagueña.
A pesar de que la temporada turística no se termina hasta mediados de octubre en varias zonas españolas y empieza la temporada alta en Canarias, en el conjunto del verano, un 62 % de los visitantes ha sido extranjero, frente a un 38 % de los turistas españoles.
A juicio de Molas, la falta de conectividad aérea de muchas comunidades autónomas con el extranjero y la falta de productos turísticos organizados, para atraer a turistas de otras nacionalidades que mayoritariamente siguen manifestando su preferencia por el "sol y playa"han provocado esta disparidad de procedencias.
Molas ha recordado que, antes de la crisis económica, las estadísticas reflejaban que los extranjeros en verano significaban un 50 % del total del mercado, pero se ha agudizado la tendencia a acortar los viajes de los españoles y a reducir el número de desplazamientos que realizan a lo largo del año.
No obstante, las previsiones para el cierre del 2013 apuntan a una ligera mejoría en el mercado español, ya que se están produciendo un mayor número de reservas que el año anterior, aunque previsiblemente la estancia media bajará en los últimos meses del año.
La patronal está particularmente preocupada por la caída del turismo en Madrid -donde la ocupación media no supera el 50 % y la rentabilidad (RevPar) en hoteles de cinco estrellas es de sólo 90 euros frente a más de 150 euros en Barcelona- que, a su juicio, se debe, en parte, a la subida de tasas aeroportuarias y reducción de oferta de Iberia.
Según Molas, la solución pasa por una única dirección general de Turismo para el ayuntamiento y la comunidad, además de una mayor colaboración público-privada en la promoción del destino.
Molas prevé que una gran parte de la planta hotelera de "sol y playa"cerrará a mediados de octubre como tradicionalmente viene haciendo y es previsible que Canarias supere los buenos datos del pasado año en cierta medida, gracias al desvío de turistas que tradicionalmente viajaban a Egipto y Norte de África.