Así son las Guerreras, por Eli Pinedo: la mami veloz, el tanque, el arte andaluz, Galicia Calidade...

Las Guerreras, subcampeonas del mundo. Polémica aparte por la forma en que perdieron la final, ha sido el gran golpe de un grupo que lleva varios años preparándose para hacer que la rueda siga girando, para que después de la fantástica generación anterior de jugadoras, multimedallistas en Mundiales, Juegos y Europeos, no paren los éxitos. Los triunfos ya han llegado y continúa la sensación de que son un grupo que transmite, algo que las veteranas siempre han intentado inculcar a las jóvenes. En pocos equipos como en este se lleva a cabo con más fidelidad aquello de “una para todas”. El poder del grupo por encima del individual, o cada una sumando para que el todo sea mayor. Las Guerreras, en general, son grandes; las Guerreras, en particular, son éstas, descritas por Eli Pinedo, alguien que las conoce, que no hace tanto estuvo allí y que admite que sufre más ahora retransmitiendo los partidos en televisión que cuando tenía que meter goles desde el extremo. En la portería está Silvia Navarro, un ejemplo con 40 años: madre y deportista. “Es nobleza, experiencia y un seguro de vida”, asegura Eli Pinedo. Y a su lado para evitar los goles, Darly, “su compañera, locura y pasión”, y Merche Castellanos: “Campechana, tenaz y sabia”. No es Navarro la única mamá del grupo, también Shandy Barbosa, “que está a un nivelazo, más gacela y veloz que antes, si cabe”, describe Eli. Shandy es una de las veteranas. Otra lo es Nerea Pena, la “impredecible y mágica de la selección”. También “magia” tiene Alicia Fernández, la otra central: “Galicia Calidade, la “play maker”, la inteligencia, qué Mundialazo”, continúa Pinedo, que sigue analizando la primera línea de España: “Almudena Rodríguez es como el turrón, que vuelve a casa por Navidad, nunca la esperas y siempre está cuando hay que estar. Mireya González es la sobriedad y la templanza, mientras que Silvia Arderius suma talento e ingenio”. Y claro, con ellas, Lara González “el mando y el rigor en la defensa, y la constancia”, destaca Eli Pinedo.

En balonmano una buena defensa suele llevar a un buen ataque, a correr, a hacer contragolpes que suelen culminar las extremos, que también abren la pista y logran los goles más difíciles, con menos ángulo. Eli Pinedo fue extremo y su “17” lo tiene ahora Jennifer Gutiérrez, a quien califica como “la celeridad”. “Sole López es la artista, la alegría, el arte andaluz; Marta López el progreso y la efectividad; y Maitane Etxeberria es introvertida... pero una líder en silencio”, añade Pinedo de las jugadores que actúan en su posición. Maitane entró en el equipo por la baja por lesión de Carmen Martín, la capitana, de la que se acordó todo el equipo tras el espectacular partido de semifinales ante Noruega conectando con ella desde la pista en una vídeollamada con el móvil. Otro ejemplo de lo que es este grupo. Y quedan las pivotes, las que trabajan para el lucimiento del resto peleando y empujando para abrir huecos, y que a veces también tienen un momento para brillar de forma más visible, como lo ha hecho Ainhoa Hernández en este Mundial de Japón. “Es el tanque, la evolución”, cuenta Pinedo. “Eli Cesáreo aporta juventud, aire fresco y contundencia. Y María Núñez, constancia y regularidad”, concluye la ahora comentarista en televisión. Así son las 17 Guerreras que, y lo pueden decir bien alto y con orgullo, son SUBCAMPEONAS DEL MUNDO.