El Getafe derrite al Ajax en el Coliseum (2-0)

Overmars y Van der Sar se miraban al descanso entre sorprendidos y preocupados en el palco del Coliseum. Los dos historicos jugadores del Ajax, ahora directivos del club de su vida, se sentían tan superados como sus futbolistas sobre el césped ante la energía y la determinación del Getafe, que estaba por delante en el marcador, había tenido más ocasiones y no había permitido ni un tiro a puerta de su rival. Al Ajax, acostumbrado el curso pasado a los elogios y que disfrutó con noches de ensueño en el Bernabéu ante el Madrid y el Turín frente a la Juventus, le tocaba remangarse en un campo más pequeño y complicado y no supo cómo hacerlo en toda la noche. El Coliseum se le indigestó a los de Ten Hag, incapaces de igualar la electricidad de los azulones en cada balón dividido. Bordalás miraba satisfecho desde la zona técnica, porque le gustaba lo que veía. Presión alta, salida rápida y apertura a banda para buscar después el corazón del área. En una jugada así, de laboratorio, encontró el premio Deyverson con un remate raso tras un cambio de juego de Arambarri y un centro de Olivera. Tres toques que pillaron al Ajax despistado, como durante los noventa minutos. Blind, que cada vez se parece más a su padre, sostenía al equipo lo que podía, pero Ziyech, Tadic y Van de Beek, héroes del semifinalista de la pasada Champions, no encontraban el sitio ni el balón. Y mucho menos la portería de Soria, al que no probaron en toda la velada. El portero fue casi un espectador, mientras al desconcertante Varela, le probaban cada poco tiempo. La tuvo Mata de cabeza y, sobre todo, Maksimovic al que le falló el último control cuando se quedó delante del portero.

El Getafe es una centrifugadora que nunca baja las revoluciones y así siguió tras el descanso, aunque el partido se enredó bastante y durante una fase ampllia del choque ni uno ni otro llegaba al área contraria. Lassina Traoré, el peso pesado que puso el Ajax como delantero centro, se marchó casi inédito para que entrase Huntelaar, cuando el técnico holandés buscaba soluciones para no llevarse una renta todavía peor para la vuelta. A esas alturas de partido el que amenazaba era Ángel, que había entrado por Deyverson, de los mejores por su gol y por todo lo que peleó e incomodó a la defensa. El brasileño es un futbolista perfecto para este Getafe de Bordalás y por eso fue titular en el partido más importante del año. Igual que Arambarri y Maksimovic, los dos mediocentros que corren y corren como si sus pulmones fueran infinitos. Como no lo son, cuando el Geta bajó en la presión en el último cuarto de hora fue cuando el Ajax pudo sentirse algo más cómodo en el área contraria. Y por eso, Djené le quitó un balón milagrosamente a Van de Beek cuando se disponía a nivelar el marcador.

Mientras el público ya celebraba el 1-0, el Getafe dobló el botín en el descuento con una contra que resolvió Kenedy y que confirmaba la noche negra del Ajax en el sur de Madrid.