NBA

Racismo

La muerte de George Floyd y la Guerra de Secesión en el deporte estadounidense

Referentes del deporte en el país de las barras y estrellas muestran sus discrepancias sobre la igualdad racial. LeBron James se ha convertido en el «portavoz» de la NBA en el conflicto

FILE PHOTO: NBA: Los Angeles Lakers at Memphis Grizzlies
LeBron James, estrella de Los Angeles LakersUSA TODAY USPWReuters

Entre las entidades deportivas estadounidenses que han clamado por la igualdad racial se encuentra un clásico de la NFL. Los Washington Redskins –«Pieles Rojas»clamaron contra el asesinato de George Floyd y la congresista más joven en la historia de Estados Unidos, la demócrata Alexandra Ocasio-Cortez, acusó a la franquicia de la capital de practicar una doble moral. «Primero cambien su nombre», declaró. La congresista no hizo más que replicar lo que pidió el presidente Barack Obama en su día. «En esta ciudad hay mucha gente disgustada con ese nombre. Ofende a muchos», aseguró. Es la última prueba de las contradicciones que salpican a la sociedad y al deporte estadounidense. Por cierto, el propietario del equipo, Dan Snyder, se negó a cambiar la identidad de una franquicia que ha ganado tres Superbowl.

Hay una tendencia en el país que considera que las protestas por el asesinato de George Floyd están mal enfocadas y que están desvirtuando algunos de los símbolos sagrados de la nación. Una de las estrellas de la NFL, Drew Brees, quarterback de los Saint de New Orleans, es uno de sus líderes. Brees ya criticó en 2016 el gesto de Colin Kaepernick, exjugador de los 49ers de San Francisco, de poner rodilla en tierra mientras sonaba el himno estadounidense como señal de protesta contra el racismo en el país. «Nunca estaré de acuerdo con que nadie le falte al respeto a la bandera o a nuestro país», dijo. «¿Está todo bien? No, no lo está. Nos falta mucho por hacer. Pero al estar de pie, mostrando respeto a la bandera con la mano sobre tu corazón, es demostrar unidad, que estamos juntos en esto, que podemos mejorar y podemos ser parte de la solución». Y fue más allá: «Cuando tocan el himno y está la bandera en el campo veo a mis dos abuelos, que pelearon por este país en la Segunda Guerra Mundial. Arriesgaron su vida para proteger a nuestro país e intentar que el país y el mundo fueran un lugar mejor. Cada vez que estoy en el campo, con la mano sobre mi corazón, viendo esa bandera y cantando el himno, es en lo que pienso y en muchas ocasiones, no puedo contener las lágrimas».

La respuesta llegó desde el que se ha convertido poco menos que en portavoz de los jugadores de la NBA en este tema, LeBron James. «¿Todavía no entiendes por qué Kap (Colin Kaepernick) estaba sobre una rodilla? No tiene absolutamente nada que ver con la falta de respeto a la bandera de Estados Unidos y nuestros soldados que mantienen nuestra tierra libre. Mi suegro fue uno de ellos», asegura la estrella de los Lakers. «Le hice una pregunta y le agradecí todo el tiempo por su compromiso. ¡Nunca encontró ofensiva la protesta pacífica de Kap porque él y yo sabemos lo que está bien y lo que está mal! Dios te bendiga», escribió James en sus redes sociales.

Esta división en el deporte estadounidense va más allá de sus figuras. Otro ejemplo: el «speaker» de los Kings de Sacramento desde 1988, un blanco de nombre Grant Napear ha sido cesado en su puesto después de tuitear «Todas las vidas importan». El comentario hacia referencia al movimiento «Black Lives Matter» (BLM, «Las Vidas Negras Sí Importan»). Napear se disculpó asegurando: «No estoy tan educado en BLM como pensaba que estaba». El de los Kings no fue el único puesto de trabajo que perdió. También le echaron de la radio con la que colaboraba. Y mientras el propietario de los Rockets, otro multimillonario, Tilman Firtetta, aseguró que amaba las protestas porque «hacen grande a Estados Unidos».

Las contradicciones alcanzan a una leyenda de la NBA como Shaquille O’Neal. El pívot fue oficial de reserva en Florida, suplente honorario del sheriff en Georgia y ayudante en la Oficina del Sheriff del Condado de Broward también en Florida, pero... ha reconocido que las charlas con sus hijos sobre cómo interactuar con la policía sirven de poco. «Deben comprender que estas personas también están haciendo su trabajo y si la cosa se pone fea que no digan nada, que no hagan nada, sólo que cumplan las indicaciones, que escuchen», pero...