Sección patrocinada por: sección patrocinada

Ciclismo

Imparable Evenepoel

El joven belga se impone en el Picón Blanco y es el nuevo líder de la Vuelta a Burgos

Evenepoel, en el podio, con mascarilla y el maillot de líder
Evenepoel, en el podio, con mascarilla y el maillot de líderSanti OteroAgencia EFE

Remco Evenepoel se abre paso entre la pandemia para reivindicarse como una estrella de presente. El Picón Blanco era una prueba de verdad, un puerto importante con serios desniveles, un final para ciclistas de los que aspiran a todo. Como Remco Evenepoel. Sólo tiene 20 años, pero se ha saltado varias etapas de aprendizaje. Nació aprendido el belga, que no tardó en su primera temporada en hacerse notar con una impresionante victoria en la Clásica de San Sebastián.

En el Picón demostró que es capaz de todo, que no se conforma con la clásicas –que ya sería bastante– y que su jefatura en el DeCeuninck para el Giro es algo más que una formalidad. Ya se impuso en la Vuelta a San Juan en el comienzo de la temporada. Una victoria importante, pero la del Picón Blanco es otra cosa.

La Vuelta a Burgos es un ensayo para las grandes, con muchos de los candidatos que esperan a todo en este extraño final de temporada. George Bennet sólo fue capaz de perseguirlo para recortar unos segundos camino de la cima. Pero Evenepoel puede con todo. Es imparable.

El belga permitió que durante muchos kilómetros el joven del Kern Pharma Roger Adriá soñara con la victoria. Pero las durísimas rampas del Picón Blanco, que sólo ha visto ganar a estrellas en su breve historia en la Vuelta a Burgos, se le atragantaron. Landa, Supermán López e Iván Sosa habían sido los anteriores ganadores. Ahora se les suma Evenepoel. Landa fue tercero, delante de Chaves. Una prueba de que la competencia era grande para este joven talento llamado a gobernar el ciclismo mundial en los próximos años.

«Ha sido un riesgo», reconocía después de su victoria el joven belga, que no pierde la modestia. «El primer objetivo era no perder tiempo», asegura, «pero otros estaban sufriendo más», reconoce. Se lo advirtieron desde el coche del equipo y a él le sobran ganas. Carapaz impuso un ritmo fuerte en el ascenso para el grupo de favoritos a pesar de que Sosa, el ganador de las dos últimas ediciones, se quedaba atrás.

«Estaba al límite, pero lo he intentado, porque si no lo intentas, no ganas», reconoce Evenepoel. «Ha sido duro, especialmente la parte final con el viento», reconocía. Sin positivos y con Evenepoel, el ciclismo vuelve a parecerse al ciclismo.