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Wolverhampton-Sevilla: el muro defensivo que Monchi se sacó de la chistera

El director deportivo sevillista ha vuelto a demostrar su buen ojo con los fichajes de Diego Carlos, Koundé y Fernando

Jules Koundé, en un partido de esta temporada
Jules Koundé, en un partido de esta temporadasevillaFC

El buen ojo de Monchi para detectar jugadores sigue intacto. Desde su radar han llegado al Sevilla este año Koundé, Diego Carlos y Fernando, el mejor trío defensivo de la Liga Europa. Dos centrales y un mediocentro que forman la columna vertebral del sistema de Julen Lopetegui, que hoy busca ante el Wolverhampton colocar a su equipo en las semifinales de la segunda competición continental.

El técnico le está sacando partido a los fichajes de Monchi, que esta temporada ha vuelto a acertar de verdad. Y no sólo con Lucas Ocampos en la delantera, un talento con carácter explosivo que parecía irrecuperable y que en Sevilla está jugando mejor que nunca y con la disciplina de un juvenil.

El verdadero acierto del directivo es atrás, donde se ha sacado de la manga a tres futbolistas que, por supuesto, han subido su valor de mercado en los últimos meses. No es que sea difícil hacer goles al Sevilla, es que es complicado ponerle en apuros y generarle ocasiones. Lo puede confirmar la Roma, que llegaba a los octavos de final en racha y no fue capaz de que Bono tuviese que hacer una parada.

Por delante del portero sevillista se levanta un muro infranqueable. La pareja de centrales mezcla la juventud, el talento y el futuro de Jules Koundé con el presente, la contundencia y el físico de Diego Carlos. El francés sólo tiene 21 años, pero un potencial que asusta. Monchi pagó 25 millones por él, que no es poco, aunque desde el principio aseguró que nunca había hecho una inversión tan segura en un futbolista.

El parisino sólo jugó un año y medio en el primer equipo del Girondins de Burdeos hasta que Monchi le tiró la caña. Es verdad que ha ido de menos a más en la temporada, pero poco a poco le ha ido robando foco a su compañero de línea. De tal manera que algunos ya apuntan a un interés del Real Madrid, por ser un perfil perfecto para ir preparando la sucesión de Sergio Ramos.

Al lado de Koundé actúa Diego Carlos, un jugador con más pasado, porque tiene 27 años. El brasileño llegó a Europa por Portugal y fue en Francia donde lo detectó Monchi, un auténtico experto en este campeonato, donde, reconoce, hay muchos más futbolistas asequibles para el presupuesto del Sevilla. La Premier o el Calcio tiene precios más elevados, por eso sus colaboradores radiografían de arriba abajo la Ligue 1 y la Ligue 2. Diego Carlos costó 15 millones y la web Transfermarkt ya le ha colocado un valor de mercado de cincuenta. El actual Sevilla no es un club tan vendedor como hace unos años, pero si alguien tiene que salir, que sea triplicando como poco lo que se pagó por él.

Diego Carlos es más evidente a ojos del aficionado general, a lo que ayuda un físico tan imponente, que es imposible competir con él cuando se quita la camiseta en la playa. Con Koundé ha formado una sociedad perfecta, porque donde no llega uno aparece el otro. El más veterano de la pareja se encarga, además, de manejar los tiempos de los partidos, algo clave en este Sevilla ultra competitivo que se ha colocado entre los favoritos a volver a reinar en su competición preferida.

Por delante de ellos en la pizarra de Lopetegui aparece Fernando Reges, un boina verde del fútbol que ya está más cerca de la retirada que de otra cosa, pero que todavía tiene cuerda por delante. Eso pensó Monchi cuando se lo compró al Galatasaray por 4,5 millones de euros. Es el mediocentro que equilibra al Sevilla, jugando de tercer central cuando es necesario y guardando las espaldas de los extremos. Jugó en el Manchester City las dos temporadas que fue dirigido por Pellegrini y también una tercera ya con Guardiola. Llegó a los citizens desde Portugal, por donde también pasó este brasileño que le da al Sevilla justo lo que necesita. Gudelj, ahora de baja por coronavirus, es su sustituto natural en la plantilla, aunque lo cierto es que Fernando es insustituible.

Los de Lopetegui han encajado sólo cuatro goles en los nueve partidos que han jugado en lo que va de Liga Europa. Cinco menos que su rival de hoy, el Wolverhampton de Nuno Espírito Santo, un equipo que se nutre de los futbolistas y técnicos del universo de Jorge Mendes. Por sensaciones, los sevillistas llegan mucho mejor, pero a partido único todo es posible. Es un día para ser sólidos y nada mejor que este muro «made in» Monchi.