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Los trucos del entrenamiento de la apnea sirven para no ahogarse en esta crisis

El mago Rubén Aparisi usa las técnicas del buceo sin oxígeno para ayudar al progreso personal

Rubén Aparisi, en pleno esfuerzo en la piscina
Rubén Aparisi, en pleno esfuerzo en la piscinaRubén Aparisi

En la nueva normalidad impuesta por el coronavirus los trabajadores, las familias y las empresas necesitan hacer un truco de magia diario para salir adelante. El primer objetivo es no hundirse en la crisis económica y social que ha desatado la Covid-19, y en eso de no asfixiarse no hay mejor experto que Rubén Aparisi. Este mago de profesión y récord de España de apnea dinámica sin aletas ha aprovechado el confinamiento para convertirse también en asesor de empresas y profesionales.

Este valenciano transporta las enseñanzas del entrenamiento del buceo sin oxígeno de la piscina a la vida real. Dos ámbitos aparentemente opuestos que tienen más cosas en común de lo que en principio se pudiera pensar.

«Todos estamos soportando una época incómoda actualmente y en la apnea lo que trabajamos principalmente es cómo superar una incomodidad y mantenerse tranquilo a pesar de ella», cuenta Rubén, convencido de que para avanzar y desarrollarse hay que salir de esa zona de confort que el coronavirus ha arrebatado a muchos. «Las ganas de respirar debajo del agua suponen el mayor exponente de incomodidad, y crecer implica estar incómodo. La forma en la que entrenamos la apnea puede ayudar a la gente a pasar esta época e incluso a cambiar el foco y saber qué nos puede hacer avanzar».

El «método Aparisi» ayuda a afrontar situaciones cotidianas con herramientas sacadas de la exigencia máxima propia del deporte de élite. Una entrevista de trabajo o la reunión clave para cerrar un acuerdo comercial importante pueden afrontarse como una competición, porque en ambos escenarios es básico estar calmado, no gastar energías innecesarias y mostrar seguridad. «La apnea es un deporte muy mental. Trabajamos mucho la técnica y el físico, pero también cómo mantener la calma incluso cuando las alarmas del cuerpo se encienden y te piden respirar y salir de la piscina. Todo te pone en situación de estrés», dice.

Esa presión que Rubén siente en la piscina la pone ahora al servicio de empresas y particulares, porque él ya ha comprobado que esos trucos para hacer el mayor número de metros sin respirar le han servido para ser mejor en el resto de facetas.

Y es que este valenciano es mago antes de todo y no de los tradicionales: «Mi sustento sigue siendo la magia. Ahora con el coronavirus ha sido duro, pero ya estamos actuando de nuevo. Se va reactivando la cosa. El formato de magia que yo hago es parecido al monólogo de comedia. En espacios pequeños, pero sin grandes cajas ni palomas. Intento huir de la figura típica del mago», confiesa.

Reconoce que la magia y la apnea se parecen en la dedicación diaria que requieren los entrenamientos y, desde que se metió a fondo en este deporte, domina mucho mejor los nervios del directo: «El entrenamiento de la apnea es buenísimo para el control del estrés. Ahora, el escenario es un paseo y asumo los nervios de enfrentarme al público de mejor manera», comenta.

Lo dice alguien que es capaz de bucear 173,80 metros sin tomar aire a base de concentración y esfuerzo. Justo lo que hace falta para dejar atrás sin secuelas la asfixiante situación actual.