Vuelta a España
Vuelta a España. Roglic se viste de rojo en Suances
El esloveno no perdona, consigue su tercer triunfo de etapa en esta Vuelta y recupera el liderato empatado a tiempo con Carapaz
Primoz Roglic es un hombre metódico, que procura no dejar nada al azar. Cada día, después de la etapa cumple con su rutina de subirse al rodillo para acelerar la recuperación después de la etapa. Y antes tampoco deja que el azar se imponga. El esloveno inspeccionó la llegada a Suances antes de la etapa. Sabía que no era una llegada para esprinters, el desnivel de los últimos dos kilómetros se acercaba al 4,5 por ciento y no quería perderse detalle.
Su trabajo de campo le permitió atacar en el momento correcto. Mientras Carapaz desgastaba a Amador para tomar posiciones a falta de más de dos kilómetros y Guillaume Martin lanzaba un ataque que después se demostró que era precipitado, él esperaba su momento. No apareció en lo primeros puestos del pelotón hasta que fue necesario y atacó en el momento preciso.
Se marchó con una facilidad insultante para sus rivales. Carapaz, que pretendía entrar en cabesza en el momento decisivo se vio desplazado por la fácil manera de rodar del esloveno. Perdió tres segundos y el maillot rojo el ecuatoriano. «No cambian mucho las cosas. El equipo está muy concentrado y yo también estoy muy concentrado para este fin de semana», asegura el esloveno. Fue una etapa muy tranquila, pero al final fue muy nerviosa. Roglic se mostró fuerte», reconoce el ecuatoriano.
Carapaz y él están ahora empatados a tiempo, pero Roglic ha ganado tres etapas y ninguna el ecuatoriano. «Siempre es bonito ganar, siempre quiero ganar y he tenido piernas para conseguirlo», dice Roglic, al que le cuesta sonreír tanto como el año pasado.
«Está demostrando que es el más fuerte. No hay nada que objetar», dice Alejandro Valverde. Aunque la prueba verdadera llega este fin de semana. Asturias mide la verdadera potencia de los candidatos con dos finales consecutivos en alto, La Farrapona y el mítico Angliru. En dos días los corredores tienen que enfrentarse a un puerto de categoría especial –el Angliru–, seis puertos de primera y tres de tercera. Todo eso condensado en algo menos de 280 kilómetros. Roglic tiene la oportunidad de demostrar si su candidatura va en serio o si va a pagar el desgaste del Tour.
«Son dos días muy duros en los que se van a poder jugar con diferentes estrategias. A ver si podemos hacer una buena y sale bien», advierte Alejandro Valverde. «Lo que diga el equipo, lo que digan los directores, tiene que ser una decisión mutua y que sea en el punto adecuado», dice Enric Mas cuando le preguntan si va a atacar desde lejos. Por el momento Roglic es el más fuerte cuando la carretera se empina y todavía le queda la cronoescalada de Ézaro. Sus rivales piensan en Pogacar y en su derrota en el Tour para animarse.
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