Real Madrid
Sevilla-Real Madrid: las frases más filosóficas de Zidane
El entrenador francés se la juega en Sevilla y el miércoles, pero en el momento de más tensión, muestra su cara más calmada
«Vale, venga, vamos», dijo Zidane en la conferencia de prensa a punto de levantarse, antes del partido contra el Sevilla. Pero es que aún quedaban dos preguntas. Tenía prisa por ir al entrenamiento y dejar de dar vueltas a qué le pasa al Real Madrid o a qué le pasa a él o cómo ve su futuro. Él mantiene la serenidad y afronta estos momentos decisivos con la experiencia de quien ha pasado por todo en el fútbol y de quien sabe que llega un punto en el que lo que suceda ya no está en tu mano. Todo depende del partido contra el Sevilla y, sobre todo, del miércoles, en el último encuentro de la fase de grupos de la Champions. Pocas veces se ha visto Zizou tan cerca de una línea roja. «Seguramente es el momento más difícil», asegura el entrenador francés. «Pero hemos tenido momentos complicados y las críticas han llegado. Y hoy es lo mismo. Pero bueno, ¿más fuerte que otras veces? Puede ser, pero no pasa nada. No pienso en estas cosas, pienso en lo que los jugadores han hecho en el campo. El Sevilla es una gran oportunidad para nosotros para demostrar que somos un equipo bueno y ya está», dice el entrenador.
Muchos entrenadores han vivido situaciones complicadas en el Real Madrid pero no todos han sabido llevarlas como el entrenador francés. Si se le vio nervioso en días anteriores, la cercanía del momento de la verdad le otorga calma, casi trascendencia. Justo cuando otros huelen el peligro y no pueden controlar sus pulsaciones, Zizou transmite serenidad: «Nunca he pensado que soy intocable. Ni de jugador, ni de entrenador, ni de persona», aseguraba de manera filosófica. «Cada uno está aquí para algo y yo estoy aquí para vivir así hasta el último día. Veremos lo que va a pasar, pero como tú sabes, tenemos un partido estamos pensando únicamente en ganarlo. Luego el resto no me importa, lo que me importa es intentar hacer un gran partido con los jugadores y ganar», continuaba.
Pocas o ninguna excusa ha buscado Zidane para explicar las derrotas: ni los árbitros ni las lesiones o la baja forma de los jugadores. En los malos momentos él se nombra primero para descargar de responsabilidad a los suyos. Es su mejor arma: que el grupo confíe en él y dé lo mejor que tiene para escapar del atolladero. «Los jugadores, lo que quieren es competir, jugar y siempre me han demostrado su cariño, pero esto no es lo importante», explicaba el entrenador. «Lo importante es que juntos vamos a sacar esto. Yo he sido futbolista aquí y entrenador, sé la historia que tengo con este club y lo que quieren los jugadores es darlo todo en el campo», continuaba. Sabe que una de las cosas de las que se le acusa es que está gestionando mal el ocaso (o lo que parece el ocaso) de algunos mitos de la primera plantilla. Como si le importase más mantener el ánimo alto del grupo que conseguir resultados inmediatos. «A veces no nos salen las cosas y ellos son los primeros que no están contentos. A veces olvidamos demasiado eso. En un momento complicado así, a juntarse todos y llevar el mismo camino. Así vamos a sacar esto adelante, seguro», continuaba el entrenador.
Tiene que decidir con qué once se juega la vida. Está claro que Benzema, pero acerca de sus acompañantes hay dudas. O quién va a formar el centro del campo o qué dibujo es el mejor: «No es el dibujo. Cuando no tienes el balón debes estar concentrado para defender. Con un dibujo u otro sabemos lo que tenemos que hacer cuando no tenemos el balón», decía ayer Zidane.
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