El peor Barça

Koeman, Rufián y un spoiler

Lo de Cádiz es sólo un capítulo más. El Barça está en la UCI antes de Navidad

El Barça se desangra y todo lo que se adivina en el Camp Nou y alrededores son tiritas para un enfermo que está a las puertas de la UCI antes de Navidad. Para encontrar la génesis de la crisis azulgrana hay que remontarse casi a los tiempos del tres por ciento de Pujol. Ya saben aquello del oasis entre el pan tumaca y la butifarra de perol. Hay quien piensa en Barcelona que es más sencillo terminar la Sagrada Familia o que Rufián abandone ERC antes que arreglar lo del Barça. Después de lo de Cádiz, en realidad sólo un capítulo más, Koeman, el central al que llamaban Copito de Nieve –¡vaya apodo nen!–, ha recurrido a uno de los recientes argumentos de Zidane. «No tengo explicación», dijo en el estadio todavía llamado Ramón de Carranza. Zizou lo soltó después de ganar un puñado de Champions, fugarse, regresar, llevarse la Liga de la pandemia y avergonzarse de los suyos antes el Alavés. Koeman, el otro mito del 92, el del zapatazo en Wembley, ha necesitado sólo unas semanas para tirar de un argumento que usan los que carecen de argumento.

Y ante este panorama hay nueve culés, unos más que otros eso sí, que aspiran a sentarse en la silla eléctrica de la que salió despedido Bartomeu. Aspirar a la presidencia del Barça en esta situación es querer ser el delegado de una clase a la que el profesor acude con chaleco antibalas. Y eso en un colegio en el que quien ejercía de director, de conserje, de jefe de estudios, de inspector, de cocinero, de profesor de gimnasia, de profesor de Science..., o sea Leo Messi, se quería largar hace tiempo. Lo del Bayern en Lisboa huele a spoiler de lo que puede suceder en los próximos meses.