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Fútbol

El Barça, de desastre en desastre: empata con el Cádiz (1-1) y no aprovecha el pinchazo del Atlético

Marcó Messi, de penalti, y empató Álex al final, también desde los once metros. Partido insípido de los azulgrana, que no supieron sentenciar

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Después de un batacazo como el que tuvo el pasado martes el Barcelona ante el PSG los jugadores suelen decir eso de que están deseando que llegue el partido siguiente para resarcirse. Y el partido siguiente llegó además con un aliciente: pinchó el Atlético de Madrid y se abren las opciones en la Liga... Pues ni por esas. Ni resarcirse ni acercarse, bueno, sí, un punto, cuando podían haber sido tres. Sigue en la lona el Barcelona, que deja un mal resultado después de una buena racha en Liga y unas sensaciones pésimas. Que pudo haber ganado al Cádiz, sí. Pero eso no hubiera cambiado el fútbol narcotizado que practicó ante un rival que se cerró bien atrás, que tuvo una pizca de suerte y que aprovechó su momento en forma de regalo y cuando más duele, en el último minuto. Lenglet fue a despejar el balón y se llevó la pierna de Sobrino para hacer otro penalti sin sentido, y van... Menudo añito lleva el francés. Álex Fernández no perdonó para que el Cádiz tuviera una jornada de gloria. También le hizo un pequeño favor a su hermano, que es el madridista Nacho.

El tanto igualó el que había conseguido Messi también desde los once metros. Fue la única manera que tuvo el Barça de batir a Ledesma. Lo hizo en la primera parte tras una acción en la que el más listo fue Pedri, que se adelantó a un balón dividido para que entre Iza y Salvi se lo llevaran por delante. Leo lo resolvió con mucha calma y el conjunto de Koeman pareció aliviado. No encontraba la manera de entrar en un área rival llena de jugadores. El Cádiz montó una barricada alrededor de su portero y dejó a Negredo arriba para que hiciera lo que pudiera y se pegara con los centrales. Sólo una vez llegó antes del descanso en un remate de Sobrino, pero tampoco es que sufriera un asalto. El castillo estaba bien guardado mientras Messi se la daba a Pedri, este se la devolvía, Griezmann se movía por ahí, el balón llegaba a Busquets, de nuevo Messi, otra vez a Pedri... ¡Zzz! Si era previsible y aburrido desde fuera, los jugadores debían sentir algo parecido.

Los 20 remates a portería de los barcelonistas tenían una parte de mentira, porque muchos eran desde fuera del área y se marcharon fuera por mucho o los paraba Ledesma sin apenas apuros salvo una palomita a Messi que quedó bien para la foto y poco más. El portero del Cádiz sí sería protagonista al comienzo de la segunda parte en una acción en la que se jugó la mano ante Griezmann cuando ya se cantaba gol. Fue de las pocas veces que el Barça logró superar a la defensa «amarilla», con un balón a la espalda de Busquets a Messi, que quiso ceder al francés el gol, pero lo que remató fue la mano del guardameta. Dembélé lo intentaba a su manera, con su anarquía, pero al llegar al área en la más clara le sobró el último quiebro.

El tiempo empezó a jugar contra el Barcelona. Pese a estar jugando mal, también por las dificultades del rival y del molesto viento que había, pudo sentenciar y no lo hizo. Y como no es un equipo sobrado de casi nada... Se enredó el partido, se estiró el Cádiz y Koeman buscó defenderse con la pelota con la salida de Pjanic y Riqui Puig. Adormecer el encuentro esta vez sí tenía sentido, pero no supo hacerlo. Tembló el Barcelona y regaló otro gol en esa patada absurda de Lenglet. El error colectivo había sido en ataque, de incapacidad e ineficacia; el error individual llegó atrás. El panorama con los defensas de Koeman no es envidiable: Piqué está falto de ritmo, Lenglet está horrible, Araujo lesionado, Umtiti quién sabe por dónde va a salir cada día, Dest está perdido, Alba está apareciendo poco en ataque... La temporada en el Camp Nou está siendo un sinvivir eterno.

Tras el trauma de la Champions, el Barcelona vuelve a LaLiga con la motivación del pinchazo del Atlético y la duda de si el equipo está preparado para superar el palo que supuso el 1-4 del PSG. Enfrente, un Cádiz que ya le superó en el partido de la primera vuelta.

Barcelona: Ter Stegen, Dest, Piqué, Lenglet, Alba, Busquets, De Jong, Pedri, Dembélé, Messi y Griezmann.

Cádiz: Ledesma, Iza, Marcos Mauro, Fali, Espino, Salvi, Garrido, Jairo, Perea, Negredo y Sobrino.