Supermán López resucita en la Vuelta a Andalucía

Al puerto de La Toba se le conoce popularmente como Despiernacaballos. Un terreno terrible del que ya da idea su nombre por el que ha pasado la Vuelta a Andalucía camino de Villarrodrigo, el lugar que ha visto renacer a Supermán López. El colombiano fue el que mejor se adaptó a ese terreno retorcido de la sierra del Segura que hizo a los ciclistas terminar la jornada con más de 4.000 metros de desnivel superados en sus piernas.

El recorrido era duro, un lugar por el que perderse, terreno paradisíaco de la provincia de Jaén que los ciclistas no tuvieron tiempo de admirar. La competencia era dura y se vio desde el comienzo, casi desde la salida de Beas del Segura. Los seis puertos de montaña despedazaron el pelotón, que llegó hecho cachitos a Villarrodrigo.

Pero no se decidió hasta la última subida, el puerto de Onsares. Allí Supermán aprovechó el gran trabajo de su compañero Héctor Carretero. El español Carlos Rodríguez pareció que podía aguantarle en algún momento. El granadino, de sólo 20 años, es uno de las grandes esperanzas del ciclismo español. Es su segundo año en el Ineos y ya parece dispuesto para dar un paso más.

Su equipo defendía el liderato de Ethan Hayter, pero no hay duda de que el “jefe” en esta Vuelta a Andalucía es Carlos Rodríguez. Aunque no fue con él con quien disputó la victoria Supermán López. Junto al colombiano de Movistar llegaban el neerlandés Tolhoek y el canadiense Piccoli. Pero ninguno de ellos resistieron el ataque final de López.

A la primera pedalada para acelerar del colombiano se vio que no había rival y llegó con tiempo de prepararse para la celebración. Carlos Rodríguez fue séptimo, pero por delante de él hubo tres españoles más: Amézqueta, el jefe de filas del Caja Rural; el siempre duro Mikel Bizkarra, del Euskaltel; y Héctor Carretero, que no se dejó ir después de trabajar para Supermán. Ahora López es líder, con 20 segundos de ventaja sobre Tolhoek, 55 sobre Amézqueta y 1:40 sobre Carlos Rodríguez.

López parece renacer después de un comienzo de temporada complicado. Su fichaje por Movistar parecía una cuestión de necesidad para los dos, para el corredor y para el equipo. López lleva años persiguiendo un triunfo en una grande, pero empieza a ver la luz.

Nada más fichar por el equipo navarro tuvo que guardar cuarentena por culpa del coronavirus, no pudo acudir a la primera concentración de Movistar con el resto de sus compañeros y su rendimiento en las primeras carreras de curso fue más que discreto. En Romandía no parecía capaz de aguantar el ritmo de los mejores, pero la tierra jiennense de la sierra del Segura lo ha visto renacer.