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Hacienda
La Agencia Tributaria ha intensificado su supervisión sobre los movimientos de dinero entre particulares, poniendo especial atención en las transferencias familiares. Con esta medida, el objetivo principal del organismo es detectar posibles donaciones no declaradas y prevenir el fraude fiscal.
Actualmente, las entidades bancarias están obligadas a notificar automáticamente a Hacienda cualquier transferencia que supere los 3.000 euros. Aunque se trate de una operación entre familiares cercanos, esta cantidad puede desencadenar una solicitud por parte de la administración para que se justifique el origen y el destino del dinero.
Cuando la transferencia sobrepasa los 6.000 euros, los controles se vuelven aún más rigurosos. En estos casos, Hacienda puede interpretar el movimiento como una donación no registrada y requerir al beneficiario que liquide el Impuesto de Sucesiones y Donaciones, cuya cuantía depende tanto del vínculo familiar como de la comunidad autónoma en la que se resida.
No informar adecuadamente este tipo de operaciones puede tener consecuencias económicas graves. Las multas por no tributar una donación pueden alcanzar entre el 50 % y el 150 % del importe, dependiendo de la gravedad que Hacienda atribuya a la infracción. Además de la sanción, también se añadirán los intereses de demora correspondientes.
La divulgadora financiera María Pozo, conocida por su contenido en TikTok, advierte: “Si envías o recibes dinero entre familiares, infórmate bien. No hacerlo puede acarrearte sanciones inesperadas”. En sus publicaciones, la experta recuerda:
Los especialistas fiscales insisten en la importancia de consultar con un asesor fiscal antes de realizar transferencias de cierta magnitud entre miembros de la familia, aunque se trate de una ayuda puntual. De esta manera, se pueden evitar sanciones inesperadas simplemente por intentar ayudar económicamente a un ser querido.