Opinión

Mundos que se acaban

Al fondo, el 24-O, aparece un Clásico al que Madrid y Barça llegan con camisetas desteñidas

Pau Gasol, en uno de los partidos de preparación
Pau Gasol, en uno de los partidos de preparaciónAFP7 vía Europa PressAFP7 vía Europa Press

Los Juegos de Tokio fueron el spoiler y mañana el Liceu de Barcelona acogerá el episodio final. Todo apunta a que Pau Gasol anunciará su retirada y algunos esa misma noche nos zambulliremos en Youtube como homenaje a un tipo irrepetible. Melancolía, nostalgia, añoranza... ¡qué va! Lo que fue es una gozada. Es el final de una etapa de más de 20 años, una era de las que ya no existen. Los mundos hoy se acaban mucho antes. Que se lo digan a Ancelotti o a Koeman.

El verano ya queda lejos. Fue la etapa, recuerdan, en la que al madridismo se le hinchaba el pecho, aseguraba que este año la Liga era suya, que no había venido Mbappé, pero estaba Vinicius y que Camavinga había llegado para desbancar a la Santísima Trinidad, léase Casemiro-Kroos-Modric. La imposición de manos de Ancelotti había bastado para instaurar el estado de felicidad en un Bernabéu en obras. Todo lo demás era cosa de Benzema. La felicidad playera ha derivado en un oscuro botellón. Villarreal, Sheriff Tiraspol y Espanyol han acabado en una semana con las expectativas. De la ilusión se ha pasado a la duda y al fondo aparece un Clásico con las camisetas desteñidas.

Porque lo del Barça es bastante más grave. Vale que la capacidad de inventiva del periodismo deportivo, en realidad del periodismo en general, es notable, pero lo de que Koeman tenía los días contados no eran imaginaciones. La marcha atrás de Laporta antes del papelón en el Metropolitano es la prolongación de un mundo que hace tiempo que ya no existe. Piqué lo tiene clarísimo. Uno de los problemas del Barça es que el central es cada vez más brillante fuera que dentro del terreno de juego. Y aquí se incluyen sus reflexiones pospartido. A la crisis del Barça le salen bocas nuevas a diario. Desde Ter Stegen hasta Memphis Depay, al equipo no hay por dónde cogerlo. El mundo feliz azulgrana terminó hace años y su resaca no ha hecho más que empezar. Lo contrario que el mundo de Hazard en el Real Madrid. Ni ha comenzado. Santa paciencia.