Entrevista
Carmen Martín: “Este Mundial va por las Guerreras de todas las generaciones”
Por primera vez en la historia se disputa un Mundial de balonmano femenino en España. La capitana de la selección reflexiona sobre ello y sobre su deporte
Carmen Martín (Roquetas de Mar, 33 años) refleja el estado de ánimo de las Guerreras. Están deseando que empiece la que será una cita histórica: el primer Mundial femenino de balonmano (1-19 de diciembre) que se celebra en España. En el último, disputado en 2019 en Japón, la selección logró la plata con Carlos Viver en el banquillo, que ha sido relevado después de los Juegos de Tokio por José Ignacio Prades. España debuta contra Argentina (miércoles 1 de diciembre, 20:30, Teledeporte). (Aquí, sistema de competición y horarios del Mundial).
¿Cómo están?
Ya se acerca lo bueno, tenemos muchos ganas de que empiecen los partidos, que es lo que nos hace ilusión y nos gusta. Personalmente estoy muy ilusionado por tener la oportunidad de jugar un Mundial en casa. Todas tenemos que disfrutarlo al máximo y decir que estamos aquí en casa con nuestra gente, nuestros familiares y amigos. Somos unas privilegiadas, esto va por las Guerreras de todas las generaciones que no han podido disfrutar de un Mundial en casa.
¿Se marcan un objetivo?
Nosotras siempre hemos sido una selección a la que le gusta hacer las cosas paso a paso y nuestro primer objetivo es Argentina, el siguiente será China y después Austria, y a partir de ahí ir creando y montando y perfilando los detalles para poder competir cada vez mejor y mejor.
El último Mundial se lo perdió por lesión. ¿Cómo se vive?
Pues muy mal... Se vive fatal, quieres estar ahí con las chicas, y desde lejos intentas demostrar que estás apoyando y eso siempre te da un plus de felicidad, a pesar de los kilómetros, que parezca que estás ahí. Intenté tener contacto desde el día uno porque me apetece y creo que es importante no perder ese vínculo y tener la sensación de que ayudas. La gente, además, reaccionó superbién porque te sientes muy partícipe.
Ya tuvo otra lesión inoportuna durante los Juegos de Londres...
Al final es lo que tiene, cuando juegas te lesionas. El balonmano es un deporte superagresivo, mucho contacto, velocidad, y quieras que no las cosas llegan en un momento u otro, aunque las lesiones nunca son oportunas.
¿Se aprende de ellas o es inevitable?
Es que creo que es inevitable y al final el cansancio físico y el cansancio psicológico provoca que el cuerpo se debilite y que no esté en las mismas condiciones siempre. Lo que comentamos muchas veces, que no somos máquinas, que somos personas, y al final pues hay muchos factores alrededor que te pueden influir de una forma u otra para ver cómo está tu momento anímico y físico. Pero el balonmano se lleva un poco la palma con las lesiones.
¿Necesita el equipo mucho tiempo para acoplarse, recordar los sistemas...?
Un entrenamiento, ja, ja, ja. Eso es lo que nos permitimos y al siguiente ya no hay adaptación ninguna, ya es modo Guerreras a tope. Además, todas tenemos como muchas ganas. La gran mayoría estamos jugando en el extranjero y volver a casa es alegría, felicidad...
Usted lleva muchos años fuera ya, ¿se siente medio rumana [juega en el Bucaresti]?
Llevo ya un montón, sí, desde 2011. Son bastantes años, pero yo soy almeriense, roquetera, y tengo muy claro dónde está mi casa, mi familia y no cambio nada por España, a pesar de que estoy muy cómoda allí. Había que hacerlo para poder estar en las competiciones más potentes.
¿Ve una mejoría en la liga nacional?
No está igual que cuando yo jugaba. En esa época teníamos muchos equipos jugando en Europa, además con las mejores extranjeras del mundo dentro de nuestra liga y te entrenabas con ellas o te enfrentabas con ellas, lo que provocaba que subiera nuestro nivel, de ahí que también nosotras hayamos tenido jugadoras que están dentro de las mejores del mundo en su demarcación.
Pero Guerreras siguen saliendo...
Creo que en España valoramos mucho a nuestros entrenadores. Creo que tenemos una base súper buena, cogemos conceptos balonmanísticos y tácticos a los que en otras selecciones y países no se llegan en muchos años. Esos conceptos que tenemos integrados nos los enseñan los entrenadores y son muy buenos para enfrentarnos a otras selecciones que igual pueden ser más grandes, más pesadas... Pero nosotras somos más móviles, tenemos una visión de juego que otros equipos no tienen, el movimiento del balón rápido...
Y hablando de entrenador, ¿cómo han vivido el cambio de seleccionador tan cerca del Mundial?
Al final estamos acostumbradas, un día tienes un entrenador en un equipo, luego otro... Al final creo que tenemos un poder de adaptación bastante bueno que nos los provocan los años de experiencia dentro del equipo.
Siempre explica que de niña era difícil tener un referente femenino y que le gustaba Juanín García. ¿Se siente ahora una referente?
Habrá que preguntarlo a la gente que me considera referente, ja, ja, ja. Cada vez son más niños y niñas que te escriben, que están felices por verte jugar, que disfrutan contigo y quieras que no eso a ti te hace disfrutar, te hace ver que poquillo a poco parece que eres más grande y que la gente disfruta contigo y con lo que haces y eso es felicidad, no hay más.
Por su experiencia, ¿siente responsabilidad de transmitir qué es ser Guerrera?
Más que responsabilidad es cómo te comportes en el día a día y eso hará que la gente termine actuando o pensando o empatizando de la misma forma, al menos yo lo aprendí así, jugadoras enormes como Noelia Oncina, Marta Mangué, Begoña Fernández, Beatriz Fernández... Gente que a mí me ha dado muchísimo, me han inculcado mucho de mis valores, de entender que el equipo es lo primero, que no eres tú, cosas cotidianas del día a día que hay que hacerlas así porque es lo mejor para todas... Lo que yo he aprendido lo estoy intentando transmitir con mi comportamiento diario.
Se habla mucho del talento de Carmen Martín. ¿Cree más en el talento o en el trabajo?
En el trabajo, sin duda. Al final hay muchas jugadoras con talento y calidad, pero sin trabajo no hay talento. Por mucho que individualmente una persona pueda ser muy buena, si no trabaja con la gente que tiene alrededor... Esto es un deporte de equipo. Aquí se trata de exprimir lo máximo en cada entrenamiento para tener la mejor complicidad con el resto de compañeras. Sola no se ganan los partidos.
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