Polémica

Impiden a una corredora trans subir al podio tras ganar los 5 kilómetros marcha

La organización retiró el premio a Johana Trujillo tras la queja de otras atletas participantes al considerar que el triunfo se debe a sus “ventajas biológicas”

Johana Trujillo
Johana TrujilloTwitterLa Razón

Corren malos tiempos para la “Ley Trans” y es posible que en España quede en saco roto tras los incontables retrasos. El deporte parece haber iniciado una senda revisionista respecto a las atletas transexuales y la creación de una nueva categoría así como las limitaciones a la edad de transición ya están encima de la mesa de los organismo internacionales que rigen el deporte. Mientras tanto los casos polémicos se suceden día tras día.

La atleta venezolana Johana Trujillo vivió un jornada agridulce en la competición de los cinco kilómetros de la Universidad de los Andes. Fue la primera marchadora en cruzar la meta pero tuvo que sufrir la decepción de no poder subir al podio para recibir su medalla y los honores que había ganado en el asfalto a pesar de que la deportista había sido reconocida en la categoría por los responsables de la prueba.

Según ha denunciado la organización no gubernamental Movimiento SOMOS, los organizadores de la prueba disputada en Táchira (Venezuela) se negaron a que la atleta transgénero subiera al podio porque había reclamaciones de algunas participantes en el evento que consideran injusto el triunfo por sus “ventajas biológicas”.

La atleta “resultó ganadora de la caminata de cinco kilómetros de la Universidad de los Andes (ULA) en el estado Táchira (oeste). No obstante, el comité organizador del evento se negó a otorgar el premio e impidieron subirse al podio aduciendo reclamos de otras participantes”, indicó la ONG a través de Twitter.

“Repudiamos estos actos abiertamente transfóbicos y advertimos que la ULA aprobó en Consejo Universitario un acuerdo que declara a la universidad territorio libre de LGBTIQfobia”, prosigue la denuncia de la organización no gubernamental que pide a la casa de estudios “reconocer a las personas trans en todos sus espacios”.

“Advertimos la peligrosidad de reproducir discursos de odio que amenazan (la) seguridad y dignidad de las personas trans en la ULA”, añadió la ONG.

La ONG ha denunciado la situación y espera que se restablezca la victoria a Johana Trujillo. Además, han insistido en que rechazan “la propuesta de abrir categoría trans en espacios deportivos pues carece de basamento científico y representa acto de segregación. Convertir a las mujeres trans en una amenaza para otras mujeres basándose en bulos y falacias biologicistas es transfobia. La participación de las mujeres trans en espacios deportivos no es una amenaza para nadie”, defendieron desde SOMOS.

Debate en redes

Como suele ocurrir en estos casos, las reacciones a la denuncia no se ha hecho esperar. “Dejen el show, ustedes saben que biológica y físicamente tiene ventajas sobre quien nace mujer”, “Nunca debió haber competido, una mujer trans no es ninguna mujer, es un hombre modificado y tiene ventaja. Me alegro que las otras mujeres, mujeres de verdad, hayan protestado” o “Estudios del comité olímpico reconocen que existe superioridad física de los hombres con relación a las mujeres, debido que: Poseen una estructura osea diferente; poseen pulmones y corazón más grande; son entre 10 a 15% más rápidos debido a su mayor masa muscular” son algunas de las respuestas que se pueden leer en Twitter.

Incluso son muchos los que responden con la intervención de Irene Aguiar, abogada especialista en derecho deportivo, en el Congreso de los Diputados en la que ofreció datos de por qué la Ley Trans supone la destrucción del deporte femenino.

Las personas abiertamente LGBTI en Venezuela sufren varias formas de discriminación. Por ejemplo, la Ley de Registro Civil indica que toda persona podrá cambiar su nombre propio “cuando éste sea infamante, la someta al escarnio público, atente contra su integridad moral, honor y reputación, o no se corresponda con su género, afectando así el libre desenvolvimiento de su personalidad”.

Pese a esta ley aprobada en 2009, las personas trans no han podido obtener documentos de identidad acorde con su género.