Entrevista

María Martín-Granizo, campeona del mundo de surf: “Me gusta competir con gente sin discapacidad porque aprendo de ellos y ellos de mí”

Aparte de surf también hace esquí y quiere llegar a los Juegos de 2026. Asegura que de pequeña le molestaba que le miraran la pierna, pero que ahora “pasa”, y que en el deporte nunca ha tenido ningún problema

María Martín-Granizo, campeona del mundo de surf
María Martín-Granizo, campeona del mundo de surfLa Razón

“Yo de pequeña odiaba que me mirasen la pierna”, dice María Martín-Granizo. “Al final... El problema es la gente, que es muy petarda: se giraban y, ohhh, le falta una pierna. Y luego están los que hacen comentarios. De pequeña me podía molestar más, no entendía, y ahora tampoco entiendo, pero al final soy una persona que para estas cosas como que paso, y también tengo a mi hermana melliza que siempre va conmigo, y si no yo también digo algo, no me callo; si me dicen, respondo. Pero no suele pasar. En el deporte, nunca; por la calle alguna vez me han dicho comentarios, pero me da igual: ‘Me lo vas a decir tú que estás todo el día tumbado en el sofá'”, continúa quien, a los 16 años, puede presumir de muchas cosas, como de ser campeona del mundo y de ser un ejemplo para la integración.

Nació con una agenesia de fémur, sólo con la pierna izquierda operativa, y pronto supo que el deporte iba a ser su pasión. “Viene de mi familia y mis hermanos. Desde pequeño nos apuntaron a mogollón de deportes. Mis padres, mis tíos, mis hermanos, hacían esquí de competición. Luego, el surf, porque siempre íbamos de vacaciones a Peniche, en Portugal, y un día estaba en la playa y me encontré a un portugués que se llama Nuno Roque Silva que me dijo: “Yo te enseño a surfear”. Ahí empecé”, desvela sobre los dos deportes que practica. Con los esquís ha llegado a competir con personas sin discapacidad. “Fue increíble, me gusta competir con gente sin discapacidad porque así aprendo yo de ellos y ellos de mí. Más que nada, porque en deporte adaptado las categorías no se dividen por edades, se dividen por discapacidades, entonces hay poca gente de mi edad”. Primero lo hizo en la Cordillera Cantábrica y allí vivió como siempre la animaban “a la que más”. “Aunque no me conocieran, te sientes muy a gusto dentro de ese entorno”, insiste. Y eso le ayudó a dar el salto y competir también en Copa de España. “Me encanta porque estoy con gente de mi edad que esquía muy bien, que tiene los mismos gustos que yo”, asegura.

María Martín-Granizo, campeona del mundo de surf y que también practica esquí: quiere llegar a los Juegos Paralímpicos de 2026
María Martín-Granizo, campeona del mundo de surf y que también practica esquí: quiere llegar a los Juegos Paralímpicos de 2026La Razón

Tiene como objetivo llegar a los Juegos Paralímpicos de Invierno de 2026 en esquí, aunque ha sido en surf adaptado donde ganó el Mundial a principios de diciembre en California, en una final de película tras superar la primera fase con comodidad. “Estábamos ahí en el agua y estaba el mar fatal, había cogido una ola buena, pero me estaba ganando la otra chica, y estaba súper nerviosa. Y en los últimos diez segundos, pero diez literalmente, cogí una ola y salí del agua sin saber si había contado o no, pensaba que había quedado segunda, y tardaron en dar el resultado y de repente me dicen: “María Martín-Granizo ha obtenido un tres con no sé cuanto, que era lo que necesitaba para ganar”, recuerda. “Me quité un peso de encima”, añade.

A cada especialidad tiene que adaptarse porque el esquí lo hace sólo con una pierna y para el surf utiliza prótesis. “Empecé a hace surf sin prótesis, pero en el primer Mundial al que fui estaba en la primera manga y me hicieron un lío: “María, tus olas no están contando porque vas de rodillas”. Yo iba de rodillas y me habían metido en una categoría en la que la gente iba de pie porque se liaron. Entonces me tuve que poner a surfear a la pata coja, literalmente, y así superé la primera manga y ese año quedé cuarta del mundo. Entonces hablé con mi ortopeda, Jens Müller, que también hace surf, y me dijo que se podía crear una prótesis y nos pusimos. El año pasado, además, era con una tabla de corcho y éste ya no y en verano hicimos una tabla que me fuese bien”, explica.

María estudia Primero de Bachillerato Biosanitario y tiene que combinar los exámenes con el entrenamiento, lo que está siendo especialmente duro este año. “He entrado en el equipo de jóvenes promesas paralímpicas, he ido 40 días a Austria a esquiar, a entrenar. Lo que hago es me levanto, voy a esquiar, la siesta porque si no es imposible sobrevivir, la mejor parte del día, luego me pongo a estudiar o a hacer físico; me ducho, ceno y a la cama, porque me levanto muy pronto para esquiar y como que a las 8 estoy ya en la cama. A las siete cenamos. Es que los austriacos... Bueno, en realidad somos los españoles los que tenemos los horarios distintos al resto. El esquí es tres horas y te vas para casa. En el surf, en cambio, no sé cuándo llego de la playa a casa. El surf son diferentes mangas, te quedas a animar... Hay días que no te da, yo los días de competición no suelo estudiar mucho porque estoy muy cansada. Luego en diciembre he llegado y tenía todos los exámenes, pero los profesores son muy majos y me entienden”, describe la campeona.