Euroliga

Mario Hezonja, el último del puente aéreo

El alero croata abandonó el Barça en 2015 después de tres temporadas en el Palau y hoy regresa con el Real Madrid a la que fue su cancha

Hezonja, en un partido de la Liga Endesa esta temporada
Hezonja, en un partido de la Liga Endesa esta temporadaAFP7 vía Europa PressAFP7 vía Europa Press

Laprovittola, Mirotic, Hanga y Mario Hezonja. El croata es el último protagonista de los trasvases entre los dos grandes del baloncesto español que hoy jueves (20:30, Dazn) se reencuentran en el primer Clásico de la Euroliga. Hezonja (Dubrovnik, 25-2-1995) regresa al Palau, una cancha que pisó por primera vez en 2012 cuando el Barça fichó a la última gran promesa balcánica procedente del KK Zagreb. Aquel adolescente es ahora un jugador mucho más maduro y que busca en el Madrid, donde ha firmado por dos temporadas, su lugar en el mundo. “Todo lo que hay aquí no lo hay ni en la NBA. Aquí estamos en el cielo con todo lo que tenemos a nuestra disposición”, describe sobre sus primeras semanas en el club blanco.

Con dos referentes como Kobe Bryant y Drazen Petrovic, Hezonja no podía ser un jugador normal. Sus éxitos en las categorías inferiores croatas, marcadas por la educación recibida por un padre que fue leyenda del waterpolo y combatiente en la Guerra de los Balcanes, pronto llamaron la atención. Al Barça llegó con 17 años y cuenta la leyenda que después de pasar la revisión médica se encontró en los pasillos del Palau con Xavi Pascual, entrenador azulgrana. “Aquí tienes a tu nuevo Navarro y el próximo año te ganaré la Copa que has perdido”, le soltó en referencia a la Copa que el Barça perdió en el Sant Jordi ante el Madrid.

En tres temporadas de azulgrana tuvo tiempo para casi todo. En febrero de 2015 le preguntaron si había tenido tiempo para ir a ver a Messi al Camp Nou. Su respuesta: “Que venga Messi a verme a mí”. Aquel jugador ya estaba en los radares de la NBA. Los informes de los ojeadores le situaban en el número seis del draft, en el tres... “Si hubiese estado en la NCAA sería el número uno”, declaró él. Ocupó el quinto puesto en el draft de 2015 elegido por los Orlando Magic. Eso fue después de perder la final de la ACB ante el Madrid y que Felipe Reyes asegurase que “Hezonja es bueno, pero tiene que tener los pies en el suelo y tener humildad”. En Estados Unidos llegó a hablarse del “rookie” más engreído en años, de un jugador que escuchaba poco. Tres temporadas en Orlando, una en Nueva York y otra en Portland. 335 partidos en la NBA y récords propios de un jugador con mucho talento: 30 puntos, 15 rebotes, 11 asistencias... pero en noviembre de 2020 se acaba la aventura estadounidense. Portland le envía a Memphis y los Grizzlies le cortan poco después.

Vuelve a Europa, al Panathinaikos, al que era su equipo preferido de niño. Al final de la temporada el Barça renuncia a sus derechos y Hezonja emigra a Rusia. Al Unics Kazán. Allí vive el mejor curso de su carrera pese a que el equipo tuvo que abandonar la Euroliga por la invasión a Ucrania cuando estaba entre los ocho mejores. Sus números en Kazán (14 puntos, 6 rebotes y 2 asistencias en 30 minutos) se corresponden con una madurez nunca antes vista. Y al final de la temporada aparece el Madrid.

Llega al equipo de Chus Mateo después de otro verano mediocre de la selección absoluta croata, undécima en el Eurobasket. “Creo que estoy en mi mejor momento porque en Atenas y en Kazán he aprendido mucho. He llegado a un equipo en el que hay muchos jugadores capaces de hacer muchas cosas y que todos tienen la misma mentalidad, todos estamos en la misma página”, ha declarado. En su primer Clásico con el Madrid, en la final de la Supercopa, apenas se hizo notar: tres rebotes en 8:15. En el arranque de la Liga Endesa promedia 12 puntos y 5 rebotes en 22 minutos con un recital en el tiro incluido en el estreno ante el Girona de Marc Gasol. Y en su debut en Europa, ante sus ex del Panathinaikos, aportó 8 puntos y tres rebotes. Hoy llega el primer Clásico en la que fue su casa.