Kriptonita azulgrana

El Barcelona anula a un Real Madrid sin Llull a base de intensidad y defensa para colocarse como líder de la Liga Endesa. «Estamos en noviembre y rápido tenemos otra guerra», relativizó Laso.

Son tiempos duros para el Barça de baloncesto. Sus proyectos caen cada año como fichas de dominó mientras el Real Madrid gana títulos apoyado en un estilo de juego vistoso y efectivo. Éste es el enésimo intento de los azulgrana para reducir la distancia con su enemigo de siempre, y el primer episodio del curso lo ganaron claramente los de Pesic. Apoyados en una defensa asfixiante, un grado elevadísimo de intensidad y el acierto de Kuric, los culés encontraron la kriptonita que debilitó por fin al Real Madrid, que firmó su anotación más pobre en lo que va de campaña. No fue el mejor día de los blancos, lastrados por la ausencia de Llull y superados por un rival más enchufado. El Barça es líder en solitario de la Liga Endesa después de diez jornadas, una noticia que siendo buena no parece demasiado vinculante para lo que viene.

«Luchamos en un partido que fue como esperábamos, contra un gran rival con excelente organización en defensa y en ataque, con experiencia y con talento. Tenemos el reto de demostrar que podemos jugar contra los mejores de Europa, fue una gran actuación, muy completa, y ganamos», explicaba Pesic, que quitó importancia a un roce con Campazzo en el descanso. «En baloncesto hay trucos, pero algunos son demasiado. Es un gran jugador, en Europa faltan bases como él», dijo el técnico barcelonista con cierta ironía.

En el otro banquillo, Pablo Laso lamentó las pérdidas y los rebotes concedidos, dos circunstancias que decantaron el resultado. «Son situaciones claras en las que han dominado. Nos han castigado de inicio, y luego les hemos dado aire al comienzo del último cuarto. Es una jornada más de Liga, sabíamos que era un campo complicado, que juegan con mucha energía, debemos intentar que nos valga para el futuro, para mejorar y seguir creciendo como equipo», confirmaba el preparador blanco.

Las temporadas en baloncesto son cada vez más largas y los equipos buscan sus picos de forma sin preocuparse de esos días en los que la cosa no sale y no se le puede dar más vueltas. Eso le pasó al Real Madrid en el Palau, que firmó su segunda derrota consecutiva tras la de Olympiacos, pero a nadie se le mueve un músculo en el entorno del vigente campeón de Euroliga y Liga Endesa. «Hasta el tercer cuarto estaba igualado, pero pagamos nuestros errores. Estamos en noviembre, y tenemos pronto otra guerra (el jueves llega el CSKA al WiZink Center). Cuando veo el calendario huyo mucho de pensar éste lo gano y éste lo pierdo, son pajas mentales. Hay partidos que ganas y no contabas con ello y que pierdes y pensabas que ibas a ganar», explicaba Laso después de la segunda derrota en la Liga Endesa 18-19.

Ayer, los suyos perdieron claramente una batalla a pesar de la intensidad de Campazzo y con un día más bien gris del resto. Tuvo alguna ventaja cercana a los diez puntos y estuvo en el partido hasta los minutos finales, en los que el Barça se lanzó definitivamente hacia el triunfo. Habrá batallas más importantes según avancen las competiciones y en ellas será el momento de confirmar si los azulgrana han conseguido de verdad reducir la desventaja con su rival de siempre. Pesic podrá utilizar el buen momento anímico para seguir mejorando su bloque.

La retirada de la camiseta de Juan Carlos Navarro, prevista para la previa de ayer, quedó pendiente por culpa del fallecimiento de su padre.