Catar

Con Valero y dinero, a semifinales

Qatar, guiada por Saric y Capote, derrota a Alemania y se mete en la lucha por las medallas.. Polonia, que eliminó a Croacia, será su próximo rival

Valero Rivera celebra con Youssef Benali y Kamalaldin Mallash el pase a semifinales.
Valero Rivera celebra con Youssef Benali y Kamalaldin Mallash el pase a semifinales.larazon

Qatar, guiada por Saric y Capote, derrota a Alemania y se mete en la lucha por las medallas. Polonia, que eliminó a Croacia, será su próximo rival.

Un hombre nervioso en la banda del Lusail Multipurpose Hall. Pide que limpien el suelo. Camina, mira hacia abajo, habla con un jugador, gesticula con las manos. Sufre, pese a que su equipo gana. Ese hombre es español, pero entrena a Qatar. Ese hombre es campeón del mundo. Lo logró hace dos años con los Hispanos, pero no siguió con la Federación Española en pleno proceso de elecciones. Ahora dirige al equipo local, que le convenció a la tercera, que logró una victoria en el pasado Mundial y en éste es semifinalista. Sí, semifinalista, para cumplir la tradición de los últimos años, desde Túnez en 2005 -donde España ganó el oro por primera vez-, el equipo local siempre ha entrado en la lucha por las medallas. Los árbitros suelen tirar para casa, y a Qatar le ha pasado en algún encuentro previo, pero no le hizo falta en los cuartos contra Alemania. Tampoco hay que negar que ese hombre ha tenido “ayuda”, pero ayuda dentro de la ley. Si algo le sobra a Qatar, el país, es dinero. Y ocho de sus jugadores son nacionalizados, alguno de forma sonrojante como Saric, el portero del Barça, con ningún o escaso contacto con la liga qatarí. Son hombres contratados para jugar por un país, inmoral quizá, pero el reglamento lo permite, lo que más que inmoral es injusto. El problema es de base: tres años sin jugar con una selección y puedes hacerlo con otra. Para hacérselo mirar, cuanto menos.

Sufre nuestro hombre cuando Alemania se acerca en el marcador. Pide calma cuando hay pelea en el campo, porque esto ya es un partido de verdad, tenso, con los jugadores a tope de adrenalina y las gradas hirviendo. Entre los nacionalizados de Qatar está Borja Fernández, que nació en Asturias y empezó jugando al baloncesto, para pasar de ser pívot a ser pivote en 2006. Él anota el primer gol y grita a la grada. “¡Vamos!”. Y pide apoyo. Gracias a él también consigue Qatar la primera gran ventaja, con dos penaltis que le hacen (6-3). Y las noticias sobre él siguen apareciendo de forma continua en la primera parte. Otro de los “importados” es Markovic, brazo de hierro para sacar al equipo de problemas con sus cañonazos. Junto a él está el cubano Capote, decisivo tras el descanso cuando Alemania apretó y se puso a uno (20-19, min 38). Y otro, cómo no, es Saric, ya citado antes, aclamado ayer con unos minutos finales increíbles. La estadística dice que detuvo 10 balones de 31, pero muchos de ellos llegaron en los momentos decisivos. Es una estrella. Así ganó Qatar, que resurgió tras ver como casi la remontaban. La diferencia se fue otra vez a tres goles (24-21 y 25-22, min 48) y el equipo anfitrión no tembló ante un rival con tradición en este deporte y con mucho que esconder también en este Mundial, para el que no logró la clasificación, pero fue invitado “quitándole” el puesto a Australia, campeón de Oceanía. Que no tenía infraestructuras fue la excusa. Pero eso ya se sabía. Cosas del dinero.

Pero retomemos la historia de nuestro hombre, que cojea por un problema de ciática y que no para en el partido, en su hueco en la banda, que se desespera cuando le hacen un contragolpe o no sale un ataque, pero que sabe que está en semifinales cuando Saric detiene un último balón y lo muestra a una grada entregada, que por fin a vibrado con el balonmano tras unas primeras jornadas en las que aplaudía con dificultad. Ya sí se tranquiliza. Saluda a su cuerpo técnico, a los árbitros, al delegado y, por fin, a sus jugadores, que están en el medio de la pista celebrándolo. Qatar a semifinales y encima su rival no será Croacia, que sucumbió ante Polonia (24-22). La final era un sueño y ahora es posible gracias al dinero, por supuesto, y a nuestro hombre. ¿Quién es ese hombre? Valero Rivera.

Ficha técnica

26 - Catar: Saric; Memisevic (3), Roine (1), Mabrouk (1), Capote (8), Benali (3) y Hassab Alla (-) -equipo inicial- Stojanovic (ps), Markovic (6, 2p), Al-Karbi (-), Fernández (4), Damjanovic (-), Mallash (-), Madadi (-), Hamdoon (-) y Zakkar (-)

24 - Alemania: Lichtlein; Groetzki (4), Weinhold (3), Strobel (3), Drux (3), Gensheimer (5, 1p) y Wiencek (3) -equipo inicial- Heinevetter (ps), Kneer (-), Sellin (-), Pekeler (2), Schmidt (-), Kraus (1), Muller (-), Schongarth (-) y Musche (-)

Marcador cada cinco minutos: 1-1, 4-3, 9-6, 13-7, 15-9 y 18-14 (Descanso) 20-16, 21-19, 23-21, 25-22, 25-23 y 26-24 (Final)

Árbitros: Nachevski y Nikolov (MKD). Excluyeron por dos minutos a Roine y Benali por Catar; y a Gensheimer, Schongarth y Wiencek por Alemania.

Incidencias: Encuentro correspondiente a los cuartos de final del Mundial de Catar 2015 disputado en el Lusail Hall de Doha ante 15.300 espectadores. Lleno