París

España tiene alas... y Dinamarca, al mejor del mundo

El jugador español Víctor Tomás celebra un gol
El jugador español Víctor Tomás celebra un gollarazon

La Selección española de balonmano afronta el crucial duelo de cuartos ante los daneses con los extremos más goleadores del torneo

Hacer de la carencia una virtud. Si España no tiene gente grande, apuesta por los «jugones», por el colectivo. Y no estamos hablando de fútbol; esto es, copiando a Pepu Hernández, y por meter un tercer deporte, «BA-LON-MA-NO», y la Selección se enfrenta hoy en los cuartos del Mundial a Dinamarca (19:00, Tdp), un rival que llega demasiado pronto. «Es nuestra culpa», reconoció el pivote del Barça Noddesbo. Como fallaron en el grupo, lo que tenía que haber sido una semifinal, o una final, son unos cuartos y uno se quedará sin poder luchar por las medallas. En el recuerdo queda el partido de hace dos años en el Sant Jordi, en el que España ganó el Mundial en casa pasando por encima de Dinamarca (35-19), pero, ¡ojo!, el dato es engañoso, porque los nórdicos han vencido en cinco de los últimos seis enfrentamientos.

«La clave estará en la defensa», es la frase más repetida por todos. ¿Y en ataque? Lo básico es no perder balones, el factor Julen y los extremos, «asesinos» silenciosos del equipo de Cadenas, tanto en las contras como en posicional. «¡No han fallado una!», decía el seleccionador tras derrotar a Eslovenia. La misma historia se había vivido contra Qatar y se repitió ante Túnez. España tiene a los mejores finalizadores del campeonato. Entre Víctor Tomás, Rocas, Ugalde y Valero Rivera han marcado 80 de los 190 goles de la Selección. Desde la posición de extremo en concreto son 30 dianas, récord en el campeonato, empatado con Croacia y Eslovenia, pero con mayor efectividad (77 %); el doble de tantos logrados desde ahí que Dinamarca. Pero para que los extremos reciban, los jugadores de primera línea son la clave. Entrerríos, Cañellas, Chema, Maqueda, Dujshebaev o Antonio García mueven la pelota, se la pasan y se cruzan para que definan los «bajitos». «Los de la primera línea somos versátiles, con dinamismo, y podemos hacer daño a su defensa», afirma García. «En los últimos partidos estamos recibiendo muchos balones porque el ataque es muy fluido», admite Ugalde, que mide 1,87 y pesa 81 kilos en un deporte que suele tener a tipos de dos metros y cien kilos. Finos, atléticos y fibrosos para poder volar desde el «córner» y abrirse hueco. «En esos lanzamientos no te da tiempo a pensar», asegura Valero Rivera, el máximo anotador de España (29). «No tenemos mucho lanzamiento ni un físico imponente, por eso buscamos más la movilidad y jugamos con los extremos. Los nuestros son muy buenos finalizando», analiza Entrerríos. España, con 115, es quien más asiste en el Mundial, un reflejo de su juego colectivo. Los pases van a Julen y a los extremos. «Y como se está pitando en este Mundial, que no se puede tocar al extremo porque es penalti y dos minutos, nos favorece», dice Víctor Tomás.

Víctor Tomás y Hansen, compañeros otrora en el Barça

«Vamos», dice simpático y en español Mikkel Hansen. «Lo habla mejor que antes», afirma Víctor Tomás, que compartió equipo con él en el Barça. Con la melena rubia intacta, pese a que acaba de ganar a Islandia, con la barba de medio pelo y una voz suave que choca con su aspecto fiero en la pista, el mejor jugador de mundo analiza el duelo de hoy. «España tiene muchos jugadores de gran nivel, pero me gustan este tipo de partidos», asegura. «No le gusta jugar contra España», responde su amigo Antonio García. «Tenemos que hacer un gran trabajo colectivo para evitar que llegue a situaciones óptimas», prosigue el lateral, que jugó con él en París. «Marca y hace mejores a los compañeros», explica Cadenas de quien es el mejor asistente del torneo, con 34 pases definitivos. «Es como un “quarterback”, lo ve todo», lo define Víctor Tomás. En el Barça estuvo entre 2008 y 2010, pero no triunfó. «En su país era un ídolo y en España no le conocía nadie. Era joven, tenía a Rutenka delante... Todo es difícil de asimilar, pero yo creo que fue la edad», opina Tomás. «La clave será la defensa: si defiendes bien, metes goles a la contra. Y si España roba el balón, corren como locos», piensa del choque Hansen.