Roglic se disloca el hombro y se sienta en la silla de un espectador para colocárselo

Primoz Roglic fue el más castigado de los favoritos en los adoquines. Algo más de dos minutos se dejó el esloveno después de sufrir una caída que le dejó más secuelas que el tiempo perdido. “Me disloqué el hombro, ha sido un problema, pero lo volví a colocar para llegar a meta”, reconocía el ganador de las tres últimas ediciones de la Vuelta a España.

Lo que contaba Roglic después de entrar en meta es que se sentó en la silla de un espectador para colocarse el hombro lesionado.

La desgracia se cebó con el Jumbo Visma porque Jonas Vingegaard, el segundo clasificado del año pasado, tuvo que cambiar de bicicleta y le costó encontrar la buena. Tuvo que cambiar tres veces hasta encontrar una de su tamaño.

Primero le dejó su bici Kruijswijk, pero no llegaba a los pedales. Luego le quedaba grande la siguiente y tuvo que esperar a que llegara el coche del equipo para poder coger su bici.

“Pensaba que perdería el liderato tras la caída, porque estaba muy lejos de los favoritos. Yo me he limitado a trabajar para Vingegaard, para minimizar las pérdidas. No he visto que Roglic se había caído”, reconocía Van Aert, el líder de la carrera, después de la etapa.

No es extraño que el belga reconociera que había sido “un día de mierda”. Él también se cayó y después estuvo a punto de caerse de nuevo por un choque con uno de los coches del DSM.