Cristiano es un regalo

Ancelotti recurrió a las rotaciones en Vallecas para repartir esfuerzos, pero no tocó su tridente de ataque. Acomodó a Di María un poco más atrás para repetir con Benzema y Bale junto a Cristiano. El portugués es el escudo del Real Madrid ahora mismo, una máquina de marcar goles más allá de si el equipo juega bien o mal. Ayer sumó su tercer doblete en esta Liga, que le disparó hasta los 13 tantos en sólo 12 partidos. Un crack dentro y fuera del césped, porque en el descanso, camino del vestuario, dejó un detalle para los que critican algunos de su gestos. Una aficionada rayista le pidió la camiseta desde la grada, él se la quitó, se acercó al fondo que ocupan los «Bukaneros» y se la dio. Un regalo de valor incalculable para esa niña, lo mismo que «CR7» para el Madrid, que más que en ninguna ocasión con Ancelotti se entregó al vértigo y a la pegada.

La presencia de Ronaldo y Bale en los extremos lleva inevitablemente a un contragolpe incontenible en el que los blancos son felices. Disfrutan a la carrera y así acribillaron al Rayo. Sin negociaciones previas y sí con balones a los costados, que son puñales para el rival. Por la izquierda abrió el marcador Cristiano, y Benzema lo amplió tras una carrera del galés por el otro lado. Cuatro asistencias ha repartido Gareth en sus dos primeros encuentros completos y Karim volvió a marcar. Ellos son los delanteros titulares para el técnico y quiere que se acostumbren a estar juntos en el césped. Sólo han compartido los dos últimos partidos, pero su complicidad es más que evidente.

q Xabi pone orden. Mirando hacia adelante, el equipo es puro optimismo y para que ocurra lo mismo atrás ha vuelto Alonso. Sólo jugó la primera parte, pero incluso falto de ritmo es indispensable. Su orden y sus conceptos defensivos serán vitales para dar solidez a un equipo que encaja más de un gol por partido pero que «pega» como nadie.