Operación Puerto

El cartero hacía transfusiones

Tyler Hamilton confiesa que Alberto León, la «paloma mensajera» de Eufemiano Fuentes, le reinfundió sangre. «Me llevó Riis», asegura

El cartero hacía transfusiones
El cartero hacía transfusioneslarazon

«La insulina sólo la tomé una vez porque no me gustaba cómo me sentó. Sudaba, tenía las pulsaciones altas y me sentía extraño», cuenta Tyler. La insulina, como la hormona del crecimiento, la testosterona y la EPO, se la había «recetado» Eufemiano Fuentes.

«La insulina sólo la tomé una vez porque no me gustaba cómo me sentó. Sudaba, tenía las pulsaciones altas y me sentía extraño», cuenta Tyler. La insulina, como la hormona del crecimiento, la testosterona y la EPO, se la había «recetado» Eufemiano Fuentes. «Aunque la hormona del crecimiento no la tomaba», añade el ex ciclista estadounidense. Pero el motivo que le llevó a «trabajar» con el doctor Fuentes eran las transfusiones. «Me llevó Bjarne Riis hasta él en 2002». Fue el año en que cambió el US Postal por el CSC, la estructura que heredó Saxo Bank.

«A Eufemiano lo vi no menos de quince veces», explica Hamilton. «La primera vez me dio un calendario que era la programación de las carreras y cuándo tenía que tomar las sustancias que mejoran el rendimiento físico. También me dio la EPO», relata. Después, las visitas se repitieron, con más frecuencia en los dos primeros años de «tratamiento», 2002 y 2003. Menos frecuentes en 2004. «Entonces ya usaba el método Siberia», afirma. En 2004, las tarifas de Fuentes subieron. Hasta entonces, Hamilton pagaba «25 o 30.000 euros al año, aparte de las sustancias». En 2004 el precio llegó hasta 50.000. «Eufemiano me dijo que otros ciclistas y yo teníamos que pagar el coste del congelador especial que llamábamos Siberia», asegura.

«¿Es posible que haya bolsas con su código en el arcón del doctor Fuentes?». «Seguro», responde Hamilton. Su sangre se guardaba con el código 41-42, que eligió el mismo corredor. Para las reinfusiones, Eufemiano elegía indistintamente el laboratorio de Merino Batres o «dos pisos en Madrid», el de Alonso Cano, donde guardaba la sangre congelada, o el de Caídos de la División Azul. «Las transfusiones me las hacían Eufemiano o Merino Batres. Y una vez en el Tour, el ciclista de mountain bike que murió», cuenta el ex compañero de Lance Armstrong en el US Postal. «¿Alberto León?», le preguntan. «Ése». León era conocido como la «paloma mensajera», el hombre que llevaba los medicamentos a Francia durante el Tour. Un «cartero» sin formación sanitaria. «Ayudaba en la limpieza y el mantenimiento del piso de Alonso Cano», aseguró Fuentes en su declaración.

Sólo una vez Hamilton se sintió mal después de una transfusión. «La peor fue en el Tour en 2004. Creo que la sangre no se había manejado bien, que estaba deteriorada porque 35 o 40 minutos después fui al baño y mi orina era negra. Además, me dio fiebre», cuenta. Ese mismo año, Hamilton fue sancionado por dopaje. Le detectaron sangre de otra persona en su cuerpo. Lo mismo le sucedió a su compañero en el Phonak Santi Pérez, segundo en la Vuelta de aquel año. Pero nadie le preguntó si pudo haber un error en las bolsas de sangre, si podían estar identificadas de manera equivocada. Tyler reconoce que hizo un viaje con Santi Pérez a Madrid para ver a Fuentes. «Iba más gente», reconoce, «Óscar Sevilla, Quique Gutiérrez y el director, Álvaro Pino». Pero por Pino nadie pregunta.