Neymar ya es historia en el Barça

LaLiga no acepta el pago de la cláusula por parte del PSG, pero sus abogados fueron al Camp Nou y depositaron allí los 222 millones.

Haciendo ruido llegó y haciendo ruido se ha ido Neymar del Barcelona. Ha sido el lío de nunca acabar. Su fichaje en el verano de 2013 por la entidad azulgrana supuso llevar al club a los tribunales después de la denuncia de un socio por las sospechas sobre la legalidad de la operación. No acabó ahí el paso por los juzgados y todavía no ha terminado, pues le queda pendiente lo de DIS, la empresa que tenía los derechos del brasileño y que le ha denunciado a él, a su padre y el club por estafa y corrupción entre particulares. Pide 5 años de cárcel para Ney y la inhabilitación durante ese tiempo, algo que podría afectarle en su nueva etapa en el PSG. Tantos problemas, además, pusieron en la diana al que era presidente del Barça, Sandro Rosell, que acabó dimitiendo. Pero le va peor ahora, pues está en la cárcel por otros asuntos personales.

La marcha de Ney tampoco se ha quedado corta en cuanto a revuelo, pero al final pasó lo que estaba cantado: el atacante ya ha firmado por el PSG. Pero tuvo que dar muchas vueltas la cláusula hasta poder hacerse efectiva, de Madrid a Barcelona. El abogado especializado en derecho deportivo Juan de Dios Crespo acudió por la mañana a la sede de LaLiga, acompañado de un notario, con el cheque de los 222 millones de la cláusula del futbolista, pero el organismo español cumplió su amenaza y no aceptó el dinero. Javier Tebas, presidente de LaLiga, sospecha de la procedencia de ese capital, piensa que el equipo que dirige Unai Emery y preside el jeque qatarí Al-Khelaifi hace dopaje financiero e hincha sus cuentas con dinero del emirato, y ya dijo que no iban a admitir ese pago y que estaban dispuestos a denunciar la situación ante la UEFA, la Unión Europea y la Corte de Suiza. El caso es que el ingreso del cheque no se llegó a hacer efectivo, pero fuentes judiciales ya aseguraban que LaLiga no puede negar el traspaso. Uno de los puntos del contrato del jugador es que pagando la cláusula queda libre.

Por esa vía no pudo ser y el siguiente paso de los representantes del futbolista fue ir a Barcelona. Por la tarde, llegaron al Camp Nou, donde fueron recibidos por el director general, Óscar Grau, y por el jefe de los servicios jurídicos, Román Gómez Ponti. Dejaron el cheque y con ello se finiquitó la historia de Neymar con el Barcelona. El jugador permaneció encerrado en su casa durante todo el día, hasta que la operación quedó desbloqueada. Su representante, Wagner Ribeiro, estaba por allí y decía que todo iba bien. Una vez pagada la cláusula, Ney abandonó su domicilio en un coche con su padre. En Francia lo van a recibir hoy con los brazos abiertos. Incluso el presidente Emmanuel Macron. «Es una buena noticia y refleja el atractivo de nuestro país», aseguró. Para un campeonato que ocupa un segundo escalón en Europa, por detrás de ligas como la española, la alemana o la inglesa, la llegada de uno de los mejores futbolistas del mundo supone un plus de imagen. Esa imagen es la que pierde el campeonato nacional, que es otro de los motivos por los que LaLiga se mostraba contraria a su marcha. El dinero de los jeques y la amenaza de la creación de una Superliga Europea con los mejores equipos, al estilo NBA, asustan.

¿De dónde ha salido el dinero para pagar la cláusula? Es una pregunta que interesa a la UEFA, que es quien debe tener la última palabra y dice –reitera, en realidad, porque ya lo había advertido hace tiempo– que analizará el traspaso para ver si se incumple el «fair play» financiero, pero no será ahora. Sólo después del cierre de los mercados se podrá saber si se incumplen las normas de limpieza económica, porque el PSG hará más movimientos (venta de jugadores, tiene a muchos objeto de los mejores clubes, como Verratti, Di María, Draxler...) para equilibrar sus cuentas y no pasar de ese límite de deuda de 30 millones en tres años que dice la ley.

Cuando lo aclare, Neymar ya habrá jugado muchos encuentros con la entidad parisina. Eso sí, si se encontrara alguna irregularidad, las consecuencias podrían ser graves. En 2014 ya fue sancionado el Paris Saint Germain por ese motivo y se vio obligado a pagar una multa, a reducir la cantidad de dinero de patrocinio que recibía de Qatar y a restringir el número de jugadores que tenía en su plantilla.