Atlético de Madrid
El mejor Madrid en Anoeta
A pesar de las bajas, el campeón mostró una gran versión ante la Real. A Valverde le salvó el plan B en Getafe y Griezmann hizo un gol histórico para abrir el Metropolitano
A pesar de las bajas, el campeón mostró una gran versión ante la Real. A Valverde le salvó el plan B en Getafe y Griezmann hizo un gol histórico para abrir el Metropolitano
Real Sociedad-Real Madrid
Prohibido fallar
Un Madrid sin concesiones. Mucho ritmo, buscando con verticalidad a Rulli. La Real sufre. Le quitaron el balón y se desmorona. Al mando, Modric e Isco. Theo es un puñal por su pasillo. En el 18’ el premio. Los de Eusebio, sin rumbo. En la primera aproximación, Keylor colabora. El Real Madrid no se esconde y Mayoral hace justicia.
Con espacios, sos en Anoeta
Manejar la renta y tender la trampa. Le ceden el balón como un regalo envenenado. La Real, a gusto, pero el espacio es su enemigo. El primer aviso, y Bale se transforma en plusmarquista de 50 metros lisos para sentenciar el choque. Guión tan sencillo como práctico. A partir de ahí, la Real, a tumba abierta. Choca y choca, el reloj hace el resto y la trampa se agiganta.
Getafe-Barcelona
Siesta a la japonesa
Rotaciones... uff. ¿Iniesta titular? ¿Por qué? Faltó oxígeno y velocidad. Previsible e inocente. El Getafe combate desde las trincheras con orden y esperando la equivocación de un Barça anestesiado. Dos noticias que cambian el escenario: La pantera se rompe y un japonés realiza el milagro (golazo). El castigo a un equipo ausente.
funciona el plan B
Otra versión. Los cambios, claves. Permitieron quitarse el esmoquin y sacar el pico y la pala. Entrar al combate, a las fricciones era lo que demandaba el partido. Deulofeu, imparable por derecha. Denis pone criterio y Paulinho, la fuerza. Messi, el pase definitivo. Valverde despertó y reaccionó. Ganó sudando y sufriendo.
Atlético-Málaga
Sin gas en el Metropolitano
Día especial (estreno). Nervios y emociones que se transforman en una enorme confusión en el juego. Errores en la dirección. Thomas y Gabi (mismo rol), sin enganche, quitan posibilidades al juego interior. La única opción, las bandas. Un centro como alternativa. Empujones, rebotes, el orden malacitano casi tiene premio. Oblak, al rescate.
Carrasco es el agitador
Modificar es la consigna. Carrasco, el revulsivo. Quitar el doble «pegote» (uno sobraba) era el diagnóstico. Intensidad. 15 minutos electrizantes: velocidad, sensaciones. El 60, el minuto histórico. Una acción de Correa y Griezmann consigue lo que parecía imposible: romper la telaraña. Llega el conformismo y se mira al reloj. Pero faltaba la aparición de Oblak para firmar el triunfo.
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