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El Real Madrid se da una alegría contra el Leganés (5-0)

Rodrygo celebra el primer gol
Rodrygo celebra el primer gollarazon

O sea que sí podían vivirse partidos así: felices y relajados, con una superioridad absoluta sobre el rival. Era posible, porque el Real Madrid lo hizo contra el Leganés, un partido sin nada malo, al fin, tras una temporada en la que siempre ha pasado algo que rompía la armonía. No completaba el equipo de Zidane un choque sin un percance, un amago de remontada, una derrota o cualquier cosa inesperada que impedía la alegría completa y dejaba una sensación de cosa por hacer.

Contra el Leganés, no. El Real Madrid no dudó, se fue al ataque, marcó rápido, siguió insistiendo y nunca tuvo temor por el resultado. Es verdad que la segunda parte fue ya un trámite, pero también dejó buenos detalles, goles y una concentración constante. Todo fueron buenas noticias, hasta marcó Jovic, y el resultado permitió a la grada salir del encuentro con la idea de que Zidane ya ha encontrado algo tras tantas zozobras. Ayudó sin duda un Leganés que se presentó en el Bernabeú casi por obligación, con la derrota como único destino y sin fuerzas para hacerla frente. El fin de semana tiene partido contra el Eibar y Luis Cembranos, que no se sabe si es entrenador fijo o está a la espera de que alguien quiera hacerse cargo del equipo dejó eso del partido a partido para otros vendedores de esloganes. El choque del Bernabéu le interesaba tan poco que rotó a casi todo el equipo. Nunca se sabrá si un equipo en situación tan peliaguda como está ahora mismo el Leganés debe elegir las batallas o tiene que enfrentarse a todas a vida o muerte. Cembranos eligió. Perdió sin dudas, sin matices. A ver el siguiente.

Pero hasta con rivales inferiores ha tenidos sus problemas el Real Madrid, que muchas veces no necesita a nadie para encontrar un lío y no hallar la solución. Por eso el valor de la victoria. Tras el choque contra el Mallorca y tras salvar la vida en Estambul, estos tres partidos consecutivos en casa tienen que ser una bombona de oxígeno para el equipo, un momento para examinarse y descubrir lo mejor de sí mismo para las siguientes batallas.Y empieza a estar claro que Zidane se está moviendo. Era lo que le pedía la afición, ansiosa de caras nuevas en las que depositar la esperanza, pero también el juego a veces rutinario de los suyos. Valverde se ha hecho con un sitio en el centro del campo y va a ser complicado moverlo.

Es más, el cambio de Zidane fue quitar a Kroos para que entrase Modric. Puede que sea una señal de lo que va a pasar a partir de ahora. El uruguayo no fue titular en Mallorca y el equipo naufragó por su zona. Su dinamismo se ha contagiado al resto de compañeros, que se sienten cómodos con su despliegue. Sobre todo Kroos, que parece definitivamente liberado, como si ahora pudiese ir hasta el área contraria sin sentimiento de culpa por el agujero que dejaba atrás. Así marcó su gol, rematando desde la posición de delantero centro y marcando por segundo encuentro consecutivo. Uno de los déficits del Real Madrid eran los tantos de los centrocampistas. Kroos parece dispuesto a remediarlo.

Si Valverde ha dotado al Madrid de entusiasmo y ganas, Rodrygo le ha dado luz. Volvió a repetir titularidad y todo apunta que la banda derecha tiene dueño, joven, pero atrevido y con esa suerte que sólo tienen los elegidos. Rodrygo ayudó en ataque con su velocidad, pero sobre todo marcó el primer tanto. Tiene desborde, tiene trabajo y cuando llega a la portería rival, no tiembla. Se equivoca poco, pese a su edad. Con Bale casi de vuelta de casi todo y claramente distanciado de Zidane, el técnico francés se ha entregado a Rodrygo, que considera que le da más cosas que Vinicius y más también Lucas Vázquez. El primero no entró en la convocatoria. El segundo vio todo desde el banquillo.Hizo el Real Madrid muchos goles, pero menos de los que pudo haber hecho.

El Leganés llegó dos veces, lo justo para que Courtois hiciera una para y el Bernabéu le mirara con agrado y compresión.Fue un partido desnivelado de principio a fin entre un visitante que lo vio negro desde el principio y el Real Madrid que se encontró a gusto en su hogar, como quien se mira al espejo y piensa que todo va a ir bien.