España entra en calor

El buen ambiente reina en la Selección de balonmano un día después del cómodo estreno en el Mundial. «Pero si no están haciendo nada», dice Sterbik en broma a Sierra cuando los dos porteros se unen al grupo en el entrenamiento. Después, mira a Víctor Tomás y se lleva el pulgar y el índice a los labios, insinuando que están tomando el té en lugar de entrenar. Pero ni mucho menos. Valero Rivera preparó una exigente sesión con pesas, balones medicinales, carreras, tiros a puerta, jugadas en estático y contragolpes. El Mundial ya marcha y con él han mejorado las sensaciones previas, la inquietud que había en los internacionales después del Torneo Internacional de España. «Eran de frío... en general», reconoce Alberto Entrerríos. Frío de temperatura en la Caja Mágica, por debajo de los 18 grados exigidos. Y frío de ambiente, incluso de aspecto. Tras la desgracia del Madrid Arena se ha tenido que trabajar contra reloj con la nueva sede y se ha llegado a tiempo. Hubo problemas de colas en la entrada, pero el aspecto general era como si de una sede olímpica se tratase, porque no hay que olvidar que si la Selección se juega las medallas, la ciudad se juega su imagen con vistas a la votación de septiembre para los Juegos de 2020. Y la temperatura subió hasta los 22 grados... «Al final quedó muy chulo, estamos contentos», continúa Entrerríos. Las gradas tuvieron colorido, con casi 8.000 personas. Mañana y pasado, ante Egipto y Australia, la entrada será más floja, pero contra Hungría y Croacia habrá lleno.

q Resultados, grupo D: Croacia, 36-Australia, 13 y Hungría, 32-Egipto, 23.