Eurocopa 2016
Francia siempre gana en casa
La mística de Francia volvió a funcionar. Siempre que la selección del gallo actúa como local, acaba como campeona, y ayer dio un paso importante para no romper la tradición. Venció a Alemania, el campeón del mundo, el heredero de España por su estilo reconocible, que hizo dos regalos irrechazables para Griezmann. El delantero del Atlético está siendo el hombre de la Eurocopa, aunque ahora le queda el reto de vencer a Portugal y a Cristiano Ronaldo.
Le ha entrado complejo de Superman a los jugadores de Alemania. Saltan con los brazos por delante, aunque sin capa ni botas ni calzoncillos rojos, e impactan con la mano en la pelota. Si Boateng le complicó la vida a su equipo en cuartos contra Italia –aunque sobrevivió–, Schweinsteiger, en un vuelo sin motor, fue el encargado de echar por tierra el gran trabajo de los chicos de Löw en la primera parte. Es verdad que, fueron sorprendidos al principio, diez minutos, atolondrados por las ganas de Francia, que dejó de empujar cuando Neuer detuvo un tiro de Griezmann. Pero desde ese momento, casi todo fue Alemania, siempre reconocible pese a las bajas porque tiene una idea. La posesión era suya, la recuperación también y Özil y Kimmich entraban por la derecha como querían. Lloris imitó la parada de Neuer, Müller se quedó a milímetros poco después, Kroos lo intentaba desde lejos y Schweinsteiger daba equilibrio situándose entre los dos centrales. Se descolgaba Emre Can, la sorpresa en la alineación, y a Alemania sólo le faltaba algo de profundidad y encontrar a Müller, de los más desaparecidos junto a Draxler. En Francia Payet defendía, ¿estaba Pogba? y Griezmann corría las pocas veces que le llegaba el balón. Pero la media hora de dominio no tuvo recompensa y Francia volvió a meterse en el encuentro. Más bien la metieron: primero Boateng en un error que subsanó Höwedes ante un lentísimo Giroud y después Schweinsteiger, todo un veterano que cometió una estupidez. No dudó Griezmann en el penalti y la situación que tenía su equipo por delante era perfecta.
Fotocopió Francia su salida tras el descanso, pero esta vez fue Giroud el que no encontró la portería, y después Griezmann, que forzó un córner y pidió al público que subiera la temperatura. Después se volvió a meter atrás el conjunto galo, a cerrar los espacios e intentar buscarlos en la otra zona del campo. Volvió a comenzar la cadena de pases Alemania, pero el último siempre se quedaba a un suspiro del destino. Especialmente meritorio fue un despeje de Umtiti, el último fichaje del Barça, lanzándose al suelo en el instante final. Era una cuestión de paciencia la del campeón del mundo. De no desesperarse. Justo lo contrario que Francia, otra vez ordenada y jugando con los nervios del rival y con el reloj. Kroos tocaba más la pelota, Hector empezó a sorprender por su costado izquierdo, como Kimmich por el otro (los dos actuaron muy, muy abiertos), pero los centros al área no encontraban rematador.
El gol antes del descanso dolió. Tal y como estaba el partido, valía demasiado, y eso pesa más en la cabeza que en las piernas. Cada vez hay un poco más de desorden en los ataques, cada vez cuesta más presionar tras la pérdida, cada vez es más difícil retroceder. Todo jugaba a favor de Francia, que además aprovechó perfectamente los regalos. Si en la primera parte fue Schweinsteiger con su mano, en la segunda Kimmich se equivocó en una salida de balón y los sucesos se desencadenaron. Primero Pogba dejó su sello: un regate que Mustafi se tragó entero; después falló Neuer en el despeje y finalmente Griezmann estaba en el sitio adecuado para meter la punta con inteligencia y lograr el 2-0 por debajo de las piernas.
Apretó Alemania al final, más a lo bruto, con menos finura, pero chocó contra el larguero, se paseó el balón en otra acción, rozó el gol Draxler, paró Lloris... Como si alguien hubiera echado una maldición en la portería que impidiera al balón superarla. Francia también corrió otro par de veces con Griezmann, el dueño de la noche. Comenzó la Eurocopa con dudas, pero se ha echado el equipo a la espalda. La gloria le espera.
- Ficha técnica:
0 - Alemania: Neuer; Kimmich, Höwedes, Boateng (Mustafi, m.62), Hector; Can (Götze, m.66), Schweinsteiger (Sané, m.79); Draxler, Kroos, Ozil; Müller.
2 - Francia: Lloris; Sagna, Koscielny, Umtiti, Evra; Pogba, Matuidi; Sissoko, Griezmann (Cabayem 90+2), Payet (Kanté, m.71); Giroud (Guignac, m.78).
Goles: 0-1: m.45+2: Griezmann, de penalti. 0-2: m.72: Griezmann.
Árbitro: Nicola Rizzoli (Italia). Amonestó a los alemanes Emre Can, Schweinsteiger, Özil, Draxler y a los franceses Evra, Kanté.
Incidencias: Semifinal de la Eurocopa 2016 disputada en el Estadio Velodrome de Marsella ante 64.078 espectadores. Presenciaron el partido en el palco el presidente y primer ministro francés Francois Hollande y Manuel Valls, el presidente federal alemán Reinhard Grindel, y Ángel María Villar, vicepresidente primero en funciones de presidente de la UEFA.
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