Fútbol

La revancha de Aliou Cissé en la Copa de África

En 2002 falló el penalti decisivo en la final del torneo contra Camerún. Veinte años después ha llevado a Senegal a su primer título

Aliou Cisse es manteado por sus jugadores después de ganar la Copa de África
Aliou Cisse es manteado por sus jugadores después de ganar la Copa de ÁfricaSunday AlambaAgencia AP

La final de la Copa de África terminó casi como empezó, con Sadio Mané lanzando un penalti. El primero lo falló. Si hubiera marcado podía haberse ahorrado todo lo que vino después, el sufrimiento de la prórroga y el de la tanda decisiva. El suyo era el último, pero ahí sí acertó para vengar su error anterior y el de su entrenador, Aliou Cissé, en la final de 2002.

Hace 20 años Cissé era el capitán del equipo que entrenaba Bruno Metsu, el mismo que unos meses después derrotó a Francia en el primer partido del Mundial de Corea y Japón. A él le correspondió el último lanzamiento de la tanda en la final contra Camerún. Había fallado Rigobert Song y le daba a Senegal la posibilidad de alargar la tanda para seguir buscando el desempate. Falló y la Copa de África fue para Camerún, que entonces era con diferencia el mejor equipo del continente, el único capaz de competir con los europeos, aunque después se estrellara en el Mundial.

Cissé cargaba desde entonces con aquella derrota en la espalda. Pero eso no le impidió ser un héroe en su país, un auténtico ídolo y una referencia dentro del vestuario. Sigue siéndolo, a pesar de las críticas de las que lo han defendido Mané y varios más de sus futbolistas. Ahora es el entrenador que ha llevado a Senegal a ganar la primera Copa de África de su historia.

Una rareza en el continente. Es extraño que las federaciones africanas confíen en entrenadores de sus países para dirigir a sus selecciones. Pero Senegal lo hizo con Cissé y los resultados le van dando la razón. Ya llevó a su país a disputar su segundo Mundial en Rusia 2018. Era entonces el seleccionador más joven del torneo y también el único negro. Algo que le hizo reivindicar los méritos y la capacidad de los entrenadores africanos, muchas veces despreciados en su propio continente.

«Hay muchos jugadores africanos en países europeos y en clubes importantes. Ahora necesitamos que los entrenadores demos ese paso», dijo en Rusia. «Soy el único entrenador negro en este Mundial y me molesta. El fútbol es un deporte universal y en el que el color de tu piel tiene muy poca importancia», añadía. Cissé era también el entrenador peor pagado del torneo. Apenas cobraba 200.000 euros mientras que el alemán Joachim Löw tenía un contrato de casi cinco millones.

Cissé lleva ya siete años en el cargo en el que sustituyó a Alain Giresse. Aunque su verdadera inspiración en el banquillo siempre ha sido Bruno Metsu. «Después de conocerlo supe que ésta era mi auténtica vocación», dice. Aunque su vocación real es la de líder en cualquier terreno. Fue él quien se encargó de organizar un partido para recaudar fondos para las víctimas del accidente de ferry en el que murieron 1.000 personas en Senegal en 2002. Once de ellos eran sus familiares.