Salah y el secreto de la botella

Los nervios devoraban a Mohamed Salah, incapaz de estar quieto durante la tanda de penaltis contra Camerún en semifinales. La inquietud del capitán de Egipto contrastaba con la aparente tranquilidad de su portero, Mohamed Abou Gabal ‘Gabaski’, quien entre un disparo y otro se arrodillaba junto a su botella de agua. Lo que parecía una forma de mantener la concentración escondía una estudiada estrategia, un secreto que ayudó Egipto, entrenada desde hace cinco meses por Carlos Queiroz, a llegar a la final de la Copa de África de Naciones (CAN).

Gabaski tenía una chuleta pegada a la botella donde había anotado cómo lanzan los penaltis los futbolistas de Camerún. El trabajo previo dio resultado y el portero egipcio detuvo los lanzamientos de Moukoudi y Lea Siliki. Egipto convirtió sus tres disparos y el fallo definitivo de N’Jie metió a Los Faraones en la final. Solo Vincent Aboubakar, máximo goleador del torneo, batió a Gabaski, que a sus 33 años aterrizó en el torneo como suplente y con solo dos internacionalidades. La lesión de Mohamed El Shenawy contra Costa de Marfil en octavos de final le permitió entrar en el equipo para terminar convertido en un héroe inesperado. Gabaski contó con la ayuda del legendario exguardameta Essam El-Hadary, actual preparador de porteros de la selección y campeón en tres ocasiones de la CAN.

El rival en la final será Senegal, señalado como el gran favorito y que soporta la presión que supone intentar satisfacer las exigencias del presidente del país, Macky Sall. “Esta vez no estamos pidiendo una final. Queremos la copa”, los advirtió Sall antes de empezar. Los Leones de Teranga llegan con una trayectoria bien diferente a la de Egipto, para quien todo ha sido sufrimiento. Los Faraones perdieron en su grupo contra Nigeria y solo fueron capaces de vencer por 1-0 a Guinea-Bisáu y Sudán. La angustia se multiplicó en los cruces, donde eliminaron por penaltis a Costa de Marfil en octavos y a Camerún en semifinales y en la prórroga a Marruecos en cuartos.

Senegal, la mejor selección africana en el ranking FIFA, comenzó con dudas y lideró su grupo marcando solo un gol, el que le permitió vencer a Zimbabue. Empató a cero contra Guinea y Malaui, pero en los cruces destrozó a Cabo Verde (2-0), Guinea Ecuatorial (3-1) y Burkina Faso (3-1) para llegar a su segunda final consecutiva y la tercera de su historia. Los Leones de Teranga nunca han ganado el torneo y lucharán por levantar su primera copa contra la selección que más veces ha conquistado este trofeo. Con siete títulos, Los Faraones son los reyes indiscutibles de la competición, pero no la ganan desde 2010. Egipto fue subcampeón en 2017 y Senegal en 2019. Ahora se citan en Yaundé para decidir quién es la mejor selección del continente.

Las luces de la final iluminarán con más fuerza a Mohamed Salah y Sadio Mané, compañeros en el Liverpool y que se han repartido los tres últimos premios como mejor futbolista africano. El egipcio lo ganó en 2017 y 2018 y el senegalés en 2019. Salah, primer egipcio en ganar la Liga de Campeones y señalado como uno de los mejores delanteros del mundo, tiene un espacio en blanco en su palmarés que espera rellenar este domingo. El título quizá le permita acabar con el debate de quién es el mejor jugador egipcio de la historia. Para muchos aficionados del país, esa etiqueta le corresponde todavía a Mohamed Aboutrika, ganador de dos CAN y cinco Champions de África.

Mané confía en que el título sirva para acabar con los ataques que recibe su seleccionador, Aliou Cissé, que después de siete años en el cargo con un trabajo notable, incluida la clasificación para el Mundial 2018, debe ser “el entrenador más criticado del mundo”, según el delantero del Liverpool.

Claves

• Egipto, con siete títulos, es la selección que más veces ha ganado la Copa de África, pero no levanta el trofeo desde el año 2010
• Senegal es la mejor selección africana en el ranking de la FIFA y disputa su segunda final consecutiva, pero nunca ha logrado ganar la CAN
• El egipcio Salah, autor de dos goles en el torneo, y el senegalés Mané, de tres, se reparten los tres últimos premios como mejor futbolista africano
• Senegal llega invicta a la final y con ocho goles a favor en sus últimos tres partidos. Egipto pasó por penaltis en octavos y semifinales
• El portugués Carlos Queiroz lleva solo cinco meses como seleccionador de Egipto, mientras que Aliou Cissé cumple su séptimo año al frente del combinado senegalés