Fútbol femenino

¿Por qué Irene Paredes se ha “borrado” del motín de la selección?

La capitana, protagonista de la rueda de prensa tras desatarse la guerra en “La Roja”, se ha mantenido al margen de los últimos comunicados

Irene Paredes durante la rueda de Prensa
Irene Paredes durante la rueda de PrensaArchivolarazon

La guerra en el seno de la selección femenina de fútbol sigue haciendo correr ríos de tinta y las especulaciones sobre los motivos reales del motín no solo apuntan al seleccionador sino también a la propia plantilla. Hasta 15 futbolistas han declinado ser convocadas con España alegando que la situación actual en la selección está afectando a su “estado emocional y de salud”. En un mail enviado de forma simultánea a la Federación el jueves por la tarde, las futbolistas aseguraron no sentirse “en condiciones de ser seleccionables” y solicitaban “no ser convocadas hasta que esta situación no sea revertida”.

Quieren a su entrenador, Jorge Vilda, fuera del equipo. Si en agosto las capitanas del Barça, Patri Guijarro, Irene Paredes y Alexia Putellas, ya pidieron su cabeza al presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), Luis Rubiales y se reunieron con Vilda para pedirle cara a cara que dimita de su puesto, ahora han dado un paso más en su guerra.

Las futbolistas no confían en él, no creen que esté a la altura para dirigir a la mejor generación femenina de nuestro fútbol y se quejan de que el ambiente en el vestuario está muy enrarecido. Entienden que es necesario un cambio antes del Mundial de Australia 2023. Los argumentos de las seleccionadas de España son varios. Uno de los principales sería que Jorge Vilda hace diferencia entre sus titulares y suplentes; además, las futbolistas consideran que los entrenamientos no son dignos de un combinado nacional y trabajan mejor en sus equipos.

Sin embargo, más allá del callejón sin salida en el que se encuentra el seleccionador, hay algo que ha llamado poderosamente la atención estos últimos días: el silencio total de Irene Paredes. Un detalle que la ha convertido en tendencia en redes sociales en las últimas horas.

En la última convocatoria del equipo femenino español, a principios de septiembre, las capitanas Irene Paredes, Patri Guijarro y Jenni Hermoso explicaron a los responsables de la federación que no estaban de acuerdo con la forma de trabajar de Vilda, considerando que no es el entrenador idóneo para pelear por los títulos.

Las capitanas comparecieron ante los medios y reconocieron un «malestar general» con Vilda, aunque negaron haber pedido su dimisión.

Una tensa rueda de prensa

Irene Paredes tuvo que salir en rueda de prensa junto a Patri Guijarro y Jenni Hermoso, pero asumiendo ella las preguntas más comprometedoras. “Estamos aquí porque queríamos dar nuestra versión, nadie nos ha obligado”, empezó diciendo la jugadora del FC Barcelona, para de este modo despejar las dudas, suponiendo que existieran. “Quiero aclarar que en ningún momento hemos pedido la destitución de Jorge, hemos transmitido el sentir de las jugadoras, nada más. Como capitanas tenemos la responsabilidad de transmitir esa información”, añadió con la cabeza baja, los ojos al borde de la lágrima y la voz temblorosa.

La situación fue muy desagradable para la defensa del FC. Barcelona. Hasta tal punto que la propia Alexia Putellas le envió un mensaje de apoyo.

Ahora, la capitana, no ha querido volver a colocarse en el disparadero. No ha enviado el mail de renuncia a la Federación ni tampoco ha mostrado su apoyo al comunicado posterior. Irene sigue dolida y no quiere que se la vuelva a señalar como la cabecilla. Quiere que la decisión de volver sea de ella.

Dolida y traicionada

Según adelantó la cadena Cope, no se ha sumado a la lista de 15 jugadoras porque está demasiado quemada Siente que la dejaron sola en la última concentración. “Irene fue la señalada como cabecilla, recibió golpes por todos lados diciendo que tenían fotos de ella sola y llorando, se sintió traicionada por sus compañeras y muy pocas la apoyaron públicamente. Mentalmente salió destruida” afirman fuentes cercanas a “La Roja”.

Queda claro que la situación en la selección femenina es insostenible pero ¿Tiene solución con la salida de Vilda o la guerra tiene más que ver con un vestuario dividido? De momento, esta guerra genera más dudas que certezas.