Benítez es el cambio

Dos veces pasó el Madrid por la vida de Rafa Benítez, pero en esta tercera sí cogerá este tren, del que la semana que viene se bajará Ancelotti... a menos que la afición monte en cólera.

En 1986, Rafa Benítez empezaba su carrera de entrenador en el juvenil del Real Madrid. Había sido jugador de la cantera, sin llegar al primer equipo hasta que una lesión de rodilla acabó con su vida de futbolista y fue el Madrid quien le dio su primer trabajo como entrenador. Este verano de 2015 Rafa Benítez volverá, pero como técnico del primer equipo. Ya cuando estaba en el Liverpool hubo un acercamiento, que no fructificó. Ahora sí. El acuerdo está prácticamente cerrado y tras Pellegrini, Mourinho y Ancelotti, Florentino Pérez apuesta por un entrenador español en su segunda época en el club.

La ausencia de títulos ha sido determinante para que Ancelotti no continúe al mando de la primera plantilla. Según dicen en el Madrid, «ganar es la Ley» y como en su segunda temporada el italiano no lo ha hecho, mañana contra el Getafe se sentará por última vez en el banquillo. La semana que viene se despedirá del club. Después llegará Benítez para liderar el siguiente proyecto. Ya sabe que sólo ganar garantizará su futuro.

El Nápoles no acaba la temporada hasta finales de mes y no va a ser hasta entonces cuando se haga definitivo el fichaje del madrileño. Ayer, su representante, Manuel García Quilón, negó que hubiera habido contactos entre ambas partes. «Lo que se está diciendo sólo es un rumor general», aseguró. No negó que a su representado le haría mucho ilusión «en un futuro», como madrileño, entrenar al conjunto blanco.

El futuro ha llegado. Rafa Benítez cumple su segunda temporada en el Nápoles, tras una larga carrera en la que ha pasado por el Liverpool, el Inter o el Chelsea. Con un gran cartel en Inglaterra, el técnico tenía varias ofertas de clubes de la Premier y estaba esperando a que el Liverpool decidiera qué hacer con su banquillo. Pero todo eso ha quedado relegado ante la llamada del Real Madrid.

Con la llegada del técnico español se produce un cambio en el modo de dirigir la primera plantilla. Cuando empezaba en la cantera blanca, Rafa Benítez ya dejó huella del entrenador que quería ser. «A veces le tildábamos de pesado porque quería tenerlo todo controlado y recalcaba mucho sus ideas», contaba el canterano Velasco en un reportaje sobre el entrenador que hizo Realmadrid.com hace tiempo. En el mismo, otros futbolistas que han pasado por sus manos aseguraban que era tan metódico, tan estudioso, que le llamaban «Arrigo» Benítez, para compararlo con Arrigo Sacchi. Se preocupaba de la nutrición, de los avances de la tecnología, y esa parte no la ha perdido. Ha ganado experiencia, pero sigue siendo un técnico metódico, que insiste mucho en sus ideas a los jugadores, y al que no le tiembla la mano al tomar una decisión, aunque afecte a su relación con los futbolistas.

Si la palabra que más ha repetido Ancelotti en sus dos años en el Madrid ha sido equilibrio, la que probablemente más se le va a oír a Rafa Benítez será orden. El orden como premisa para que luzca el talento. Es la nueva apuesta del Madrid.