
Fútbol
Las claves de los penaltis del Real Madrid: Davide, el gesto de Brahim y una cara de susto
El equipo de Carlo Ancelotti ganó al Atlético en la Champions gracias a su mejor gestión de las penas máximas

Davide Ancelotti mostró la nota con los lanzadores de penaltis a su padres. Es quien se encarga de las jugadas a balón parado y, en todas ellas, se le puede ver saliendo a la banda para dar indicaciones sobre cómo colocarse. Cuando, contra el Atlético, llegó la hora decisiva, lo tenía más o menos claro. En los entrenamientos se ve quién tira.
«Cuando hacemos la lista de los penaltis, tenemos en cuenta lo que vemos en los entrenamientos: si uno es más preciso, si mira al portero o no... Al preparar esta lista no tenemos en cuenta el aspecto mental. Yo he tenido jugadores que tiraban muy bien pero que no tenían el feeling de lanzar en una tanda. Si debo elegir para una tanda, el aspecto mental es más importante que el técnico», decía Ancelotti el día antes.
El técnico, pues, vio la lista de Davide y fue a hablar con Mbappé, que estaba de cuclillas, un poco apartado. Había sido Vinicius quien había tirado el penalti durante el partido. Kylian, esta temporada, había fallado dos. No dudó.
El Madrid tenía claro que los primeros debían lanzarlos los mejores. Por eso lanzó primero el francés y después Bellingham.
Entonces llegó el momento del partido, el que quedará grabado para siempre. Julián Álvarez metió su gol y Fede Valverde fue a lanzar la pena máxima. El tercer mejor lanzador de los que quedaban, pues Vinicius ya había sido cambiado. «Él no iba a tirar en la tanda, pero me pidió el cambio porque estaba muy cansado», explicó Carlo Ancelotti después.
Valverde cogió el balón, pero el árbitro le dijo que no lanzase. Había que esperar. En el área técnica del Real Madrid, el revuelo era asombroso. Llopis, el preparador de porteros, el que había dado a Courtois todas las indicaciones para la tanda, gritaba que no, que no. Ancelotti paseaba, con las manos en los bolsillos, de un lado a otro del área técnica. «Lo he vivido con tranquilidad. Cuando es una lotería o tiras la moneda, esperas y ha salido cara», contaba después sobre sus sensaciones en el momento más decisivo de la temporada para el Real Madrid.
Los jugadores del Real Madrid, en la línea del medio del campo, lo vieron enseguida. «Dos toques», decía Mbappé al colegiado auxiliar que estaba con ellos. Él se echaba la mano al oído. Quizá pasaron un par de minutos: una eternidad. Y el gol fue anulado.
Son dos cosas las que se miran en el VAR de los penaltis: si el portero se mueve y si el lanzador da dos toques.
Tardó en quitarse el 2 del marcador. Cuando tiró Valverde y marcó, el Madrid ya tenía dos goles de ventaja: «Para todo aquel que haya tirado un penalti, sentí mucho desahogo al marcar. Muchos nervios en esa caminata, muchas cosas que se te pasan por la cabeza. Si fallas, sabes que tienes a mucha gente detrás: compañeros, gente que trabaja en la Ciudad Deportiva... Y si erras, les fallas», contaba.
Pero Lucas Vázquez, el héroe de la tanda de Milán, el que jugaba con la pelota mientras iba a lanzar, el futbolista que tampoco falló contra el City el año pasado, no fue fiable esta vez. Si Llorente marcaba, el Atlético se metía en la eliminatoria. Pero el ex canterano del Real Madrid, como Juanfran, quiso ajustar demasiado y lanzó al larguero.
Era el turno de Rüdiger. En realidad, no iba a tirar él. El primer elegido había sido Endrick. Davide se lo dijo a Ancelotti y este habló con el futbolista. Pero después, en el momento del follón, con todos reunidos, vio a Rüdiger, que estaba junto a Brahim. El delantero español le señaló y Ancelotti miró al defensa alemán. Este dijo sí. «Teníamos dudas entre él y Endrick. He visto la cara de Endrick y he elegido a Rüdiger», explicó después Carlo Ancelotti.✕
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