
Polémica
El club que ha retirado su himno tras descubrir el pasado nazi de su letrista
Su ideología los han convertido en uno de los equipos más peculiares de Europa y cuentan con una masa social que llega hasta España. Ahora, su canción más emblemática está bajo sospecha

La pasión por el fútbol a veces resulta difícil de entender y de explicar. Es mucho más que un deporte, es un forma de vida, una locura que va más allá del césped y, prueba de ello, son los aficionados que cada jornada se dejan la garganta para empujar a su equipo hacia la portería contraria.
Los hinchas son a veces criticados por sus insultos o tachados de violentos pero, por encima de todo eso, logran crear un ambiente mágico con sus coreografías, colores, y por supuesto a a través de sus cánticos. Los “tifos” y esos temas, que ya son himnos, forman parte del fútbol tanto como el balón, el árbitro o los jugadores. Salvo excepciones, la mayoría de las melodías que se escuchan cada semana en los estadios toman como base el hit musical del momento en las radios o en Spotify o las piezas más coreadas de la historia de la música.
Un sombra demasiado alargada
Sin embargo, estos cánticos tampoco escapan a la polémica y eso es precisamente los que le ha pasado al St. Pauli. Este club alemán supone un pequeño refugio para todos aquellos contrarios al fútbol moderno y su pasión por el dinero. Así, con alrededor de 20 millones de aficionados por todo el mundo este club es uno de los estandartes del progresismo. En sus estatutos, por ejemplo, se definen como antifascistas, antiracistas, antisexistas y "gay friendly’. ". Fue la primera institución en ser comandada (entre 2002 y 2010) por un presidente abiertamente gay y militante de la causa LGTB (Lesbianas, Gays, Bisexuales y Transgénero): el empresario teatral Corny Littmann. Dentro de las paredes internas del estadio, se encuentra un mural de dos hombres besándose apasionadamente bajo el lema "Lo único que importa es el amor".
Considerado el club más progresista del mundo no es de extrañar el gran debate que se ha abierto en sus gradas.
Hace unas semanas se desató un acalorado debate sobre si se debía seguir tocando la canción “El corazón de St. Pauli”, la más mítica de las que se corean por su hinchada. Todavía no está claro si la canción será eliminada por completo del programa de apoyo del estadio. Pero al menos el pasado fin de semana contra el SC Friburgo no se escuchó y probablemente tampoco lo hará en los siguientes partidos.
¿El motivo? el oscuro pasado nazi de su letrista.
El club informó: “ El FC St. Pauli continuará el intercambio con sus miembros y aficionados sobre cómo abordar la canción 'El corazón de St. Pauli', pero suspenderá la reproducción de la canción en el estadio. La asociación quiere agradecer a todos los implicados por el debate, en gran medida objetivo y respetuoso, sobre un tema muy emotivo”.
Desde hace más de 20 años, la canción en la versión de la banda Phantastix & Elf crea un gran ambiente antes del inicio del partido y los hinchas continúan cantándola incluso sin música. Pero ahora la historia se revuelve contra ellos.
El letrista Josef Ollig (nacido en 1906) trabajó como periodista en periódicos de propaganda de derecha durante la era nazi, más tarde fue reclutado en la Fuerza Aérea y participó en la invasión de la Unión Soviética como corresponsal de guerra. Después de la guerra, continuó trabajando como periodista de periódico (Die Welt, Abendblatt) y escribió letras de canciones, entre ellas "Das Herz von St. Pauli".
Una investigación histórica
El revuelo ha sido tal que el presidente Oke Göttlich se ha visto obligado a pronunciarse: “Sabemos y entendemos absolutamente que la canción tiene un gran significado emocional para muchas personas. Entendemos y respetamos los diferentes argumentos en esta compleja discusión. Queremos crear la base más sólida posible y no tomar decisiones apresuradas; Pero no queremos simplemente decir: ¡Sigan como hasta ahora!. Una canción así debería unir a la gente, debería ser un momento común y unificador. Dada la discusión en torno a la canción es mejor retitarla. Si al interpretar el himno se silba y se insulta eso es inaceptable y no ayuda a nadie”.
Tras el aluvión de quejas , el club está realizando una investigación profunda sobre la canción y el autor de la letra. Tras el dictamen se emitirá una decisión final pero de momento, el mítico equipo se queda sin corazón.
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