El Getafe pide perdón a sus aficionados tras el mayor sonrojo de su historia

El formato de Copa del Rey a un único partido siempre es divertido, aunque en esta edición todavía no había deparado demasiadas sorpresas. Algunos equipos de la Liga Santander se habían quedado fuera, pero no muchos ni de la manera en la que cayó ayer el Getafe en el campo del Atlético Baleares. Lo que debería haber sido un trámite para los de Quique Sánchez Flores se convirtió en uno de los mayores sonrojos del club en sus 75 años de historia. 5-0 cayeron los azulones, lastrados desde la media hora por la autoexpulsión de Cabaco.

El uruguayo es un futbolista caliente y no saber contenerse mandó a los suyos al precipicio. Le dio un cabezazo a un rival y vio la roja directa cuando el Getafe ya perdía por 1-0. Quedaba mucho para la remontada del equipo grande, aunque lo que sucedió fue lo contrario. El Atlético Baleares, de 1ª RFEF, fue anotando goles ante los errores y la desmoralización de un rival que acabó goleado y entre los olés del público ante los pases fáciles del conjunto local. Es lícito que el Getafe pueda querer dejar la Copa y pensar en la salvación en la Liga, pero caer así nunca es justificado.

El otro Primera que se despidió fue el Granada, incapaz de igualar el tanto inicial del Atlético Mancha Real, el único superviviente de la 2ª RFEF, la cuarta división del fútbol español. Marcó José Enrique en el minuto 21 y fue suficiente para dar otra de las grandes sorpresas y esperar en el sorteo de hoy a alguno de los cuatro equipos de la Supercopa: Atlético, Barcelona, Real Madrid o Athletic Club.

La tarde fue movida también para históricos como el Betis y el Valencia, que tuvieron que irse a la prórroga para eliminar al Talavera de la Reina y al Arenteiro.

Al Betis de Pellegrini, tercer clasificado de la Liga, le salió respondón el Talavera. A los siete minutos, Góngora ponía por delante a los manchegos al trasformar un penalti cometido por Joel Robles y, aunque Borja Iglesias empataba enseguida, al descanso se llegaba con el duelo igualado. El penalti trasformado por Joaquín parecía el final del sufrimiento verdiblanco, pero marcó Christian en el minuto 89 y hubo prórroga. En el tiempo extra Lainez y Canales decidieron. Igual que hicieron Guillamón y Manu Vallejo para el Valencia.