La vuelta a la vida de Alberola Rojas

El Cacereño-Girona hubiera sido un partido más de la Copa del Rey, un enfrentamiento de un equipo de Primera contra otro de Segunda RFEF, la cuarta categoría del fútbol español. Pero lo que más llamaba la atención en ese encuentro era el nombre del árbitro: Javier Alberola Rojas.

El colegiado castellano-manchego vio en la pretemporada cómo toda su vida se daba la vuelta con sólo 31 años. «Estábamos con todos los compañeros de las pruebas físicas y me encontraba mal. No pude pasarlas y mis alarmas saltaron, decidí ir al médico porque mi brazo estaba un poquito hinchado», explicaba hace unos días en un vídeo difundido por la Federación.

A su lado estaba su amigo Miguel, enfermero en el hospital de Toledo. «Yo estaba muy asustado porque sabía la gravedad en el fondo, sabía que no era una cosa que se fuera a resolver fácil. De hecho yo ya venía pensando en que se iba a quedar ingresado y que existía una probabilidad muy alta de que ese mismo día le tuvieran que operar», explicaba.

«Tenía dos venas absolutamente obstruidas a la altura de la clavícula‚ se había formado una congestión de la vena que impedía la correcta circulación y tuve muchísima suerte porque la circulación se cortó, la sangre dejó de circular hacia la zona del brazo y siguió circulando hacia la zona de la cabeza y hacia la zona del corazón. De haber sido al revés estaríamos en un escenario totalmente diferente y muchísimo más grave», recuerda el árbitro.

Le operaron, le quitaron la costilla accesoria que le provocaba la obstrucción de la vena y le dieron el alta. Pero a los tres días tuvo que regresar al hospital. «La cirugía había provocado un neumotórax, me quitan dos litros y medio de sangre», dice.

Estuvo un mes en el hospital antes de poder volver a casa. Pero todavía quedaba un camino largo. «Los primeros días sales a andar, no puedes ni calzarte, porque tienes muchos dolores, te acompañan tus amigos, tu padre...», explicaba. Pero nada le frenaba.

«Gracias a Dios fue todo superbién, se ha recuperado muy bien, con mucha fuerza de voluntad, porque ha sido salir y ha habido que pararle un poco, decirle “tranquilo, que lo que has tenido ha sido algo serio y ahora tienes que ir poquito a poco’’, pero es verdad que lo ha administrado muy bien», cuenta Carlos Almonacid, el jefe de neumología del hospital de Toledo, donde fue tratado.

«Él está totalmente recuperado, hace una vida absolutamente normal y como si no hubiera pasado absolutamente nada», afirma el doctor Ángel Flores, el cirujano que lo operó. Y Alberola Rojas volvió a pitar en Cáceres el 22 de diciembre. Su último encuentro había sido el 5 de mayo, un Levante-Real Sociedad de la jornada 35 de la temporada pasada. Siete meses y 17 días después, dirigió el partido en el que el Cacereño dejó al Girona fuera de la Copa (2-1), con los goles de Grande e Iván Fernández .