Real Madrid

El esprint de Bale

El delantero galés del Real Madrid, Gareth Bale, durante entrenamiento realizado en la Ciudad Deportiva de Valdebebas
El delantero galés del Real Madrid, Gareth Bale, durante entrenamiento realizado en la Ciudad Deportiva de Valdebebaslarazon

Si hay algo que no sobra en el fútbol de élite es tiempo, pero las últimas dos jornadas de la fase de clasificación para el Mundial van a permitir que Bale tenga la pretemporada que no pudo completar durante el verano. Entre problemas físicos, visitas al despacho de sus abogados y algunos entrenamientos en solitario, el galés no ha podido preparar en condiciones el nuevo curso, así que en los próximos diez días va a aprovechar los compromisos de las selecciones para recuperar la forma. Como el año pasado le sucedió a Modric, la dureza en la negociación de Daniel Levy, presidente del Tottenham, le ha hecho llegar tarde al comienzo de temporada y, aunque él admitió que estaba listo para jugar, la realidad es que lleva demasiado tiempo sin continuidad y necesita acumular kilómetros para arrancar de una vez su nueva aventura en el Real Madrid.

«No creo que sea el momento de apartarlo del equipo. Queremos que esté con nosotros y que vaya poco a poco cogiendo el ritmo», decía Ancelotti de su flamante fichaje, convencido de que era la mejor forma de acelerar la adaptación del británico y hacer que fuera útil al equipo cuanto antes. Ya el día de su presentación reconoció que había trabajado en solitario mientras se cerraba su fichaje, y hasta se estrenó con una hora de juego y un gol ante el Villarreal. Tres días después, debutaba en la Liga de Campeones ante el Galatasaray, cumpliendo el plan de los técnicos de ir cogiendo ritmo con minutos en los partidos y no sólo con entrenamientos. No había problemas físicos, ni tampoco futbolísticos, porque en sus dos primeras apariciones demostró su compatibilidad con Cristiano Ronaldo y su capacidad para desequilibrar.

Todo iba según lo previsto hasta que en el calentamiento del partido ante el Getafe, en lo que iba a ser su estreno en el Bernabéu, torció el gesto y llamó a los fisioterapeutas. Sintió unas molestias musculares en el muslo de la pierna izquierda e Isco le sustituyó en el once titular. Una resonancia magnética descartó una lesión grave, pero ya era la segunda que se hacía en menos de un mes. La primera había sido durante su concentración con Gales a comienzos de septiembre, según el propio seleccionador, «para despejar su mente»: «Sufre molestias en la ingle y no le forzaremos, queremos que se convenza de que todo va bien», decía Chris Coleman respecto a la lesión de su estrella. Las pruebas no revelaban nada importante y hasta disfrutó de media hora ante Serbia en Cardiff antes de debutar de blanco.

También tuvo tiempo de disputar la segunda parte del derbi madrileño ante el Atlético, pero las malas sensaciones volvieron a aparecer y una nueva contractura le ha obligado a parar de forma definitiva. «Ahora va a tener dos semanas para recuperarse y volver a estar disponible para ayudar al equipo», explicaba Ancelotti, descartándolo para la segunda jornada de Liga de Campeones ante el Copenhague y del viaje al Ciudad de Valencia para el choque ante el Levante. Era el momento de aprovechar el parón y marcarle un plan intensivo en Valdebebas para mimar su musculatura y coger ritmo para lo que le espera.

El único problema era la llamada de su Selección, que llegó y no gustó demasiado al Real Madrid. Desde Cardiff, Coleman tranquilizó a todos reconociendo que no iban a forzar al futbolista y que sólo querían saber su situación real. La normativa dice que el futbolista está obligado a viajar y a ser examinado por los doctores del combinado nacional, pero un informe enviado desde Madrid ha sido suficiente y Bale se ahorrará horas de avión y las empleará en el gimnasio. «Todo lo que ocurrió con su traspaso le puso bajo mucha tensión y no descarto que vuelva a lesionarse este año», avisaba el seleccionador galés, que ve al extremo quizá demasiado responsabilizado. Él quiere empezar a disfrutar de verdad de su sueño y echar una mano a sus nuevos compañeros. Su objetivo es estar el día 26 ante el Barça. Para eso trabaja.