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Empieza la Liga, faltan refuerzos

Barcelona y Betis, que se miden hoy en el Camp Nou, aún no cerraron sus plantillas

Gustavo Poyet, entrenador del Real Betis
Gustavo Poyet, entrenador del Real Betislarazon

Empieza la Liga en la casa del campeón, en el campo del Barcelona, que se ha entretenido en ganar el primer título de la temporada mientras truena el debate sobre la confección de su plantilla.

Empieza la Liga en la casa del campeón, en el campo del Barcelona, que se ha entretenido en ganar el primer título de la temporada mientras truena el debate sobre la confección de su plantilla. Fue a costa del Sevilla, vecino y enemigo íntimo de su huésped de hoy, el Real Betis. Gustavo Poyet, flamante entrenador bético, comprobó que la dualidad hispalense se lleva hasta la conferencia de prensa previa a los partidos: le preguntaron si pretendía obtener la victoria que no han podido recientemente «otros» y tuvo que atajar la cuestión respondiendo que intentará hacer lo que «no hace casi nadie, obtener un buen resultado contra el mejor equipo del mundo. Sería injusto acordarse ahora del otro equipo de la ciudad». No es el uruguayo un personaje demasiado dado al chiste, la verdad, y esa adustez que se gasta seguramente le venga bien al Betis, un club que históricamente ha estado más pendiente de lo folklórico que de lo deportivo. Para su desgracia.

Hierve el debate de la portería en Can Barça y no será el temple de Luis Enrique el que calme las aguas. Bravo será titular esta tarde porque Ter Stegen sigue lesionado, pero todo el mundo da por hecho que el chileno se marchará la semana próxima al Manchester City. Más allá del portero alemán, al Barcelona se le acumulan las bajas en defensa, donde Piqué formará de inicio con Umtiti. Como tercer delantero (o cuarto centrocampista, ya que hoy seguramente toque plan B), partirá Arda, vistas la indisponibilidad de Iniesta y su resurrección en los dos partidos de la Supercopa. Puede que el turco sea el principal refuerzo veraniego del plantel blaugrana, por encima de los fichajes. Neymar y Rafinha disputan hoy la final de los Juegos.

En el Betis, cunde la sensación de que ciertos malos tragos es preferible pasarlos cuanto antes y, además, los grandes son más proclives al despiste en agosto que cuando la campaña ya rueda. Cualquier punto, e incluso una derrota con buena imagen, sería un empujón para un grupo que ha debido renovar en profundidad Miguel Torrecilla, ya que a pesar de la holgada permanencia de la campaña pasada, el plantel presentaba numerosas vías de agua. Ayer mismo, se fichó a David López (Nápoles) para espesar el físico de un mediocampo sietemesino y aún se busca un central zurdo, según confirmó Poyet.

La nueva dirección deportiva ha cerrado una decena de fichajes, pero parece que el Betis se va a seguir sosteniendo con las paradas de Adán y los goles de Rubén Castro, quien ya no cumplirá los 35. Para construir, es necesario acertar, y hace mucho que eso no sucede en el Benito Villamarín.