Fútbol

El espectáculo por encima de la salud: el calor es el otro gran enemigo del Mundial de Clubes

Los jugadores de que el calor "condiciona los partidos". "Me dolían las uñas de los pies", dijo Marcos Llorente. Hay partidos a las 12:00 y a las 15:00 horas

Paris Saint-Germain's goalkeeper Gianluigi Donnarumma cools off during the Club World Cup group B soccer match between PSG and Atletico Madrid, in Pasadena, Calif., Sunday, June 15, 2025. (AP Photo/Mark J. Terrill)
Donnarumma, portero del PSG, bebe agua en la pausa de hidratación del partido contra el AtléticoASSOCIATED PRESSAgencia AP

El Mundial de Clubes es un torneo metido con calzador en un calendario ya saturado de fútbol, que ha encontrado un enemigo más a lo que ya supone la exigencia de la competición y la acumulación de partidos y viajes, que es motivo de debate la últimas temporadas: ¿es la causa de que haya más lesiones? El «rival» extra es el calor que hay en Estados Unidos y los horarios de algunos encuentros, algo, en el fondo, esperado, porque ya fue protagonista en el Mundial de selecciones que se disputó en 1994. «Sentado en el banquillo me sentía incómodo solamente viendo el partido, no me puedo imaginar lo que sentían los jugadores en el campo», afirmó el portero Alan Kelly sobre el Irlanda-México, disputado en Orlando.

¿La peor final de la historia?

La final entre Brasil e Italia se disputó a las 12:30 horas en Los Ángeles, con cerca de 40 grados, un peligro para los futbolistas y también para los casi 95.000 espectadores que había en el estadio Rose Bowl. Si a eso se añade el miedo y las precauciones que se suelen tomar en un encuentro así, el resultado fue un 0-0, sin apenas ocasiones, pese a que en el campo había jugadores como Bebeto, Romario o Roberto Baggio. Por primera vez, el campeón del mundo se decidió en los penaltis. La «canarinha» se convirtió en tetracampeona en la que es considerada una de las peores finales de la historia.

"Me dolían las uñas de los pies"

También en Los Ángeles y en el mismo escenario jugaron el Atlético y el PSG, pero media hora antes, a las 12:00. La temperatura rondó los 35 grados, con un 60 por ciento de humedad. La victoria del conjunto francés fue contundente, 4-0, y las quejas llegaron desde el lado del vencedor, lo que aporta un valor añadido. «El partido ha estado claramente marcado por la temperatura. Está muy bien el horario para que en Europa lo vean por televisión, pero los equipos se resienten», aseguró Luis Enrique. El negocio no entiende de salud. En la pausa de hidratación obligada, se veía a los futbolistas no sólo bebiendo agua, también con toallas con hielo en la cabeza para bajar la temperatura corporal. Más explícito fue Marcos Llorente: «Nadie está acostumbrado a jugar a estas horas en Europa. Yo tenía tanto calor en los dedos que me dolían las uñas de los pies, no podía arrancar y frenar. Es terrible, pero como es para todos no hay queja». Simeone también intentó combatir el sofoco, y en la banda, sufridor como siempre, en lugar de su habitual traje negro llevaba una camiseta de manga corta.

El próximo, el Real Madrid

El siguiente en experimentar la agobiante sensación va a ser el Real Madrid, cuya sede está en Miami, costa Este, pero el horario ante el Al Hilal sigue siendo justo cuando se recomienda no hacer deporte. «El partido es a las tres de la tarde y tenemos que estar preparados porque va a ser muy duro», dijo en Real Madrid TV Vinicius, que se unió al grupo el sábado. El equipo de Xabi Alonso tiene otro encuentro, contra el Pachuca, a la misma hora, y uno más relajado ante el Salzburgo (21:00 de allí). El Atleti no tiene un respiro: a las 12:00 contra el Botafogo y a las 15:00 ante el Seattle Sounders.